El Dinamo de Zagreb decidió este viernes disputar su partido de la primera jornada de la Liga croata a puerta cerrada por miedo a sus propios aficionados, informó el diario 'Sportske novosti'. La directiva del campeón croata, enfrentada a la ira de sus hinchas radicales por la reciente destitución del popular entrenador Zvonimir Soldo y el fichaje de un odiado jugador del rival Hajduk, optó por jugar ante el Rijeka el próximo domingo sin espectadores. "No podemos garantizar la seguridad a tan corto plazo", manifestó el controvertido vicepresidente del club, Zdravko Mamic. "Hubo incidentes en nuestros partidos en Austria y Eslovenia. Unos 'hooligans' acaban de devastar el césped. Ante el Linfield (en la primera ronda preliminar de la Liga de Campeones) tiraron bengalas. Pido perdón a los abonados, quienes tampoco podrán entrar", dijo el directivo.
Siguen las amenazas por parte de los seguidores
Siguen las amenazas por parte de los seguidores
Los medios y los ultras, los llamados "Bad Blue Boys", reaccionaron de inmediato y calificaron la decisión del Dinamo como el "mayor escándalo de la historia del club." Los hinchas organizados han amenazado con boicotear al club, incluso cuando éste vuelva a abrir las puertas del Estadio Maksimir.
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