Una treintena de aficionados del Levante ocuparon en la tarde noche de ayer la sede del Levante UD (situada en el mismo estadio Ciutat de València), con el objetivo de exigir una rápida solución a las problemas económicos de la entidad azulgrana, que podría descender por la vía administrativa a Segunda B. Los hinchas, que previamente se habían citado en un bar de los aledaños, asaltaron las oficinas, donde realizaron varias pintadas en su interior. No llegaron a producirse agresiones. Los empleados del club llamaron a la policía y los aficionados radicales abandonaron la sede, pero permanecieron en la zona de aparcamiento de la tribuna. Cuando las fuerzas de seguridad se presentaron, pasaron a identificar a los hinchas. Conforme avanzó la noche, se fue normalizando la situación,Los posibles inversores se quejan"Si nos dejan un solar de plantilla no hay nada que hacer".
Fueron las airadas palabras del portavoz del grupo inversor que pretende la compra del Levante U.D., Salvador Villena, en la cadena SER, para explicar la posición del grupo Carmona respecto a la sangría de jugadores levantinistas. Ayer se anunciaba que el Levante U.D. había llegado a un acuerdo para que Álvaro Luiz Maior, Carmelo González, Laurent Courtois y Juan Carlos Ceballos rescindan los contratos que los vinculan al club, lo que llevó a Villena a anunciar que su grupo no comprará si les vacían la plantilla.El aún presidente, Julio Romero, tenía potestad para negarse a la venta de unos jugadores que contaban para Lucas Alcaraz. No lo hizo, por lo que el grupo inversor se puso en contacto con uno de los interventores para dejar clara su posición: tirarán la toalla si venden alguno más de los jugadores con los que cuenta Alcaraz para encarar la próxima temporada. Siguen adelanteA pesar del enfado en el grupo Carmona, reflejado ayer en el discurso de Villena, las eternas negociaciones siguen adelante y los potenciales compradores niegan que vayan a usar la marcha de jugadores como excusa para abandonar la intentona de compra. "Nos hemos gastado mucho dinero como para desaparecer con una excusa barata", sentenció Villena. Además, la forma en que se está perdiendo plantilla aumenta el malestar del grupo inversor de cara a una compra que nunca acaba de materializarse. A los jugadores "se les ha causado baja porque no se puede decir que los han vendido", apuntó Villena, que lamentó de esta manera que el Levante haya dejado huecos en la plantilla sin haber obtenido los ingresos económicos que tanto necesita el club granota.
A pesar de que el administrador judicial que ahora controla el equipo ha dejado ir a seis jugadores, Villena afirmó que su grupo piensa seguir adelante y "dejarlo todo terminado" esta semana para arrancar el nuevo proyecto con los 11 jugadores que aún integran la plantilla. Con este yermo panorama, todavía se puede hacer "un papel decente en Segunda División", sentenció Carmona, después de recordar que, hoy por hoy, son la única opción del presidente, Julio Romero. El portavoz del grupo inversor aseguró que únicamente esperan conocer el procedimiento a seguir para efectuar los pagos que les harán dueños del club. "Queremos comprar el club ya", pero debido a la Ley Concursal en la que se encuentra sumido el Levante, la operación de compra-venta debe seguir un procedimiento especial, aclaró Villena.
Los acontecimientos se desarrollan sin que el club y el grupo inversor fijen un día definitivo para la compraventa, con algunos jugadores sublevados en la concentración de Oliva y con la Delegación de Peñas haciendo un llamamiento a la afición para que no acuda a renovar sus pases de esta temporada hasta que el actual órgano rector abandone definitivamente la entidad levantina.
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