La celebración de la victoria de la selección española en la Eurocopa de fútbol acabó en la madrugada del domingo con incidentes serios, que obligaron a la policía a emplearse a fondo. Los Mossos d'Esquadra detuvieron a 14 hinchas en todo el territorio catalán; la mitad de ellos, en Barcelona. Los motivos, los de casi siempre cuando se producen este tipo de acontecimientos: desórdenes públicos, daños materiales y atentado a la autoridad.
En Barcelona, más de 10.000 aficionados salieron a la calle de madrugada, poco después de que España se proclamara campeona. Se repartieron a partes iguales entre La Rambla -a la altura de la fuente de Canaletes- y la plaza de Espanya. Pero fue en este último lugar donde se registraron los incidentes más graves: un grupo de jóvenes quemó contenedores, rompió semáforos y lanzó botellas y piedras contra la policía. Los aficionados también lanzaron un petardo contra un autobús sin pasajeros que estaba en la plaza. Los vidrios quedaron totalmente destrozados.
En la plaza de Artós, de Sarrià, la policía detuvo a tres personas. En Mataró, otros cinco jóvenes fueron arrestados por ocasionar desórdenes públicos mientras festejaban la victoria del equipo en la plaza del Ayuntamiento. Los hinchas lanzaron latas, piedras y objetos a los agentes y colgaron banderas españolas en el Consistorio.
En Platja d'Aro, los Mossos atraparon a un joven por arrojar una botella contra un policía, lo mismo que hizo el último de los arrestados, un menor de Lleida.
El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, consideró ayer "inadecuado" que el Ayuntamiento promueva la instalación de pantallas gigantes en la calle para seguir partidos de fútbol como los de la Eurocopa. A juicio de Hereu, la celebración fue "correcta y bastante cívica", pese a los incidentes.
En la plaza de Artós, de Sarrià, la policía detuvo a tres personas. En Mataró, otros cinco jóvenes fueron arrestados por ocasionar desórdenes públicos mientras festejaban la victoria del equipo en la plaza del Ayuntamiento. Los hinchas lanzaron latas, piedras y objetos a los agentes y colgaron banderas españolas en el Consistorio.
En Platja d'Aro, los Mossos atraparon a un joven por arrojar una botella contra un policía, lo mismo que hizo el último de los arrestados, un menor de Lleida.
El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, consideró ayer "inadecuado" que el Ayuntamiento promueva la instalación de pantallas gigantes en la calle para seguir partidos de fútbol como los de la Eurocopa. A juicio de Hereu, la celebración fue "correcta y bastante cívica", pese a los incidentes.
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