Directiva y aficionados del Ceares reclamaron ayer en pleno que «no quede impune» el intento de asalto del campo de La Cruz perpetrado el pasado domingo por un grupo de entre 30 y 40 jóvenes encapuchados que supuestamente querían dar un escarmiento a aficionados de ideología opuesta a la suya. Gerardo Rodríguez, el vicepresidente al que los radicales golpearon brutalmente en la cara y en el pecho tras impedirles el acceso al campo, se personó ayer por la tarde en la Comisaría de El Natahoyo, parte de lesiones del Hospital de Cabueñes en mano, para denunciar la paliza de que fue objeto y tratar de identificar a los culpables. Rodríguez estuvo acompañado por otros directivos que interpusieron una segunda denuncia, en nombre del Unión Club, por allanamiento y daños en las instalaciones deportivas de La Cruz.
Según explicó ayer Miguel Ángel Lozano, secretario del club, los camorristas en su mayoría encapuchados, que pegaron a su vicepresidente y que huyeron en desbandada quitándose el pasamontañas cuando llegó la Policía, también rompieron uno de los goznes de la puerta de acceso al campo, que ahora cierra mal.
Los directivos del Ceares pidieron a la Policía que investigue la posible existencia de grabaciones de los agresores en cajeros automáticos y en cámaras de edificios municipales como el de Emulsa, ya que los encapuchados, antes de concentrarse delante del campo de La Cruz, fueron vistos subiendo y bajando por El Coto y La Tejerona desde la plaza de toros como una hora antes, con gritos y proclamas de cariz fascista, lo que levantó las sospechas de algunos vecinos.
Lozano asegura que, desde que se hizo público el suceso, tanto el Ceares como su directiva han recibido numerosas muestras de apoyo y solidaridad del mundo del deporte y de asociaciones culturales. De Asturias y de toda España, pero también incluso de países como Alemania e Inglaterra.
Roberto Colunga, director deportivo del Ceares, niega que la afición de su club haya hecho nada para estar en el punto de mira de los violentos de ideología neonazi. «Ellos necesitan un ratón para cazar», afirma. A su juicio, entre los seguidores más radicales del Sporting hay sujetos que «siempre buscan un objetivo y un enemigo para justificar su hipocresía e intolerancia».
Colunga, que fue diputado en la Junta General del Principado por Bloque por Asturies (BA) en la pasada legislatura, opina que los integrantes de estos grupos violentos «se sienten intocables e impunes porque los jueces están mirando para otro lado y además son hijos de tal o de cual», en referencia al reciente archivo judicial de la causa por la tumultuaria pelea del 'Kilometrín' entre hinchas radicales del Sporting y el Génova. Algo que espera que no se vuelva a repetir con la denuncia que interpondrá ahora su junta directiva.
Asamblea de CSI
Colunga cree que entre los miembros del grupo que se concentró delante de la Cruz había elementos de fuera de la ciudad y considera «lamentable que las fuerzas de seguridad permitieran a estos individuos estar una hora de cacería, campando a sus anchas, buscando alguna posible víctima, porque podría haber sucedido algo mucho más grave».
Por otra parte, la Corriente Sindical de Izquierda (CSI) ha convocado para hoy, a las 19 horas, en la Casa Sindical una asamblea abierta antifascista ante la gravedad del suceso del domingo. A dicha asamblea tiene previsto acudir gente del Ceares a título particular por su afiliación con el sindicato.
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