La obsesión de Fernando Roig por hacer del Villarreal un club modélico no es una mera pose. El presidente, rara avis en el mundo del fútbol, quiere demostrar que otro tipo de gestión es posible en las entidades deportivas: más ajustada a la realidad económica y las ‘necesidades’ de los aficionados. No sólo es una opinión, Roig predica con el ejemplo.
El Villarreal, en este sentido, lanzó ayer su campaña de abonos para la vuelta del equipo a Primera con algunas particularidades que le convierten en pionero. Roig y su equipo de trabajo, donde destacan su hijo Fernando y su inseparable José Manuel Llaneza, han querido aplicar de alguna manera la fórmula del éxito de Mercadona –joya de la corona de la familia Roig- al equipo amarillo: precios bajos, máxima calidad. O lo que es lo mismo, pero trasladado al fútbol, abonos desde 100 euros para ver fútbol de Primera división. La oferta no puede ser más atractiva.
La respuesta en taquilla no ha tardado en darle la razón al presidente del Villarreal. Ayer, en el primer día para la renovación de abonos, las oficinas del club estuvieron literalmente desbordadas. En unas horas, el club superó los 2.000 nuevos abonados. Para entender la impresionante respuesta de los aficionados basta con recordar que hace dos temporadas y con el equipo listo para jugar la previa de Champions, sólo se renovaron 350 abonos.
El objetivo, en cualquier caso, es alcanzar los 20.000 abonados algo que en club ven más que factible después de la respuesta del primer día. Claro que no es casual que el aficionado del Villarreal se agolpara para renovar su pase de temporada. Los abonos son un 30 por ciento más baratos que el año pasado en Segunda pese a volver a la élite. Y en el caso de los socios que estén parados, como ya sucediera en campañas anteriores, podrían renovar gratis si abono.
Para entender el alcance de la política de precios bajos instaurada desde el club basta con saber que hay 5.400 pases a El Madrigal por menos de 140 euros. O que en un 65% del aforo del campo (14.340 entradas) los abonos no costarán más de 250 euros. Sin restricción de edad. Algo inédito en el fútbol español, el más caro de Europa en la venta de entradas y abonos como mucha diferencia.
Unos precios a la 'alemana'
El objetivo de Fernando Roig es garantizar que el estadio esté lleno en todos los partidos de Liga, algo que reforzará la imagen del club acercándolo al modelo de la Bundesliga. Donde los estadios están llenos porque los clubes tienen precios populares. El Bayern, por ejemplo, pese a ser el campeón de todo ha vuelto a dejar sus localidades más baratas en 140 euros. Lo que le ha garantizado un lleno absoluto del Allianz Arena para toda la temporada.
Es precisamente Alemania el ejemplo a seguir para el Villarreal y no sólo porque la pasada campaña dominaran Europa en los terrenos de juego. El 'fair play' financiero instaurado en la Bundelisga entienden Roig y compañía que debe ser un referente para la Liga española, donde equipos con enormes deudas compiten deslealmente con otros, como el caso del Villarreal, que están al día de pagos y que han optado por no vivir por encima de sus posibilidades.
El Villarreal, por lo tanto, regresa a Primera división no sólo para competir desde el césped sino también desde los despachos. El objetivo hacer un equipo viable económica y deportivamente, un equilibrio que ha faltado durante demasiados años en el endeudado fútbol español. Roig y su equipo quieren cambiar las reglas del juego demostrando que otra Liga es posible.
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