Los aficionados al fútbol de Turquía han dejado a un lado sus exageradas rivalidades en los estadios y se han aliado en la calle. Se han unido a las protestas que comenzaron el viernes en Estambul contra la decisión de las autoridades de destruir el parque de la plaza Taksim para construir un centro comercial y viviendas y que han prendido por todo el país.
El simbólico Istanbul United tiene un escudo alegórico formado por la fusión de los emblemas de los tres grandes del fútbol turco, Besiktas, Fenerbahce y Galatasaray. Junto a él, una foto de aficionados de los tres equipos, la fecha de su nacimiento, 31 de mayo de 2013, y una pregunta amenazante: "Tayyip (nombre de pila de Erdogan, presidente turco), ¿conoces el Istanbul United?". Este movimiento se ha convertido en un símbolo imitado en otras ciudades.
Un comunicado de un grupo de seguidores del Fenerbahce, '12 Numara', documenta el espíritu de este inusitado pacto futbolístico: "Hemos llegado a la conclusión: Amarillo, sin color azul marino y rojo; y negro sin el blanco es imposible ( en referencia a las camisetas de los tres clubes de la capital turca). Con ellos, es más fuerte y más hermoso".
Un día después, Karsiyaka y Göztepe, dos clubes de la provincia de Esmirna cuya rivalidad es la más feroz en el fútbol turco, superando la de Galatasaray y Fenerbahçedisputa, unieron sus fuerzas para participar en las protestas habidas en el distrito del Egeo. Además de un acto de solidaridad, la experiencia de los hinchas más radicales en enfrentamientos con la policía quedó patente durante la protesta.
Los ultras turcos, tristemente acostumnbrados a los gases lacrimógenos en los estadios y aledaños, pueden convertirse en el ejército de choque inesperado de lo que comenzó siendo una protesta pacífica alentada por las redes sociales. El Istanbul United y los clubles de su 'cantera' que están naciendo en varias regiones turcas amenazan con ser algo más que un dolor de cabeza para Erdogan.
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