Esperpéntico final de temporada en el Estadio Via del Mare de Lecce. El equipo salentino, que el pasado verano fue descendido a la Lega Pro -tercera categoría italiana- por el amaño de partidos vio como el ascenso a la Serie B se esfumaba tras unas semanas desastrosas en las que cedió el liderato liguero y donde fue eliminado en el play-off por el modesto Carpi.
Al término del encuentro de este domingo, en el que el 1-1 dio el ascenso al Carpi, decenas de seguidores consiguieron abrir una de las puertas que comunica la grada con el césped y corrieron sin oposición hasta el túnel de vestuarios. Allí, solo algunos vigilantes de seguridad consiguieron detenerlos mínimamente hasta que la policía hizo acto de presencia.
Los banquillos fueron destrozados, una cámara de la RAI corrió la misma suerte y un coche de la policía fue incendiado en las afueras del estadio.
Las fuerzas del orden tardaron en controlar la situación y garantizar la seguridad de ambos equipos a su salida, pero lo más curioso sucedió cuando la expedición del Carpi se marchaba del estadio. Lejos de insultos o amenazas, los aficionados del Lecce reconocieron la gesta del equipo visitante con aplausos. El equipo de la provincia de Modena, fundado en 1909, jugará la próxima campaña en la Serie B por primera vez en su historia.
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