La Policía brasileña ha confirmado las muertes y han indicado que la cifra de fallecidos podría ser mayor.
La finalización del Arena Corinthians, con capacidad para 68.000 espectadores, estaba prevista para finales de diciembre con el objetivo de cumplir con el plazo fijado por la FIFA.
La televisión local ha retransmitido las imágenes de la enorme estructura metálica desplomada sobre el recinto y los destrozos causados en una sección del graderío del lado este del estadio, que estaba en un 94% listo.
Según los bomberos, el accidente ocurrió cuando los obreros se preparaban para instalar la última parte de la cubierta del estadio, cuya construcción costará unos 370 millones de dólares.
El Sport Club Corinthians Paulista, dueño de la instalación, planeaba realizar en él su primer partido el próximo 25 de enero con motivo de los 460 años de la ciudad de São Paulo.
Medios brasileños informan de que guardias y funcionarios del Corinthians agredieron a un reportero que cubría el accidente y lo obligaron a borrar todo el material obtenido.
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