La afición del Betis ha dedicado esta mañana gritos insultantes contra sus propios jugadores y cuerpo técnico, el día después del rotundo 4-0 encajado por el cuadro verdiblanco en el derbi andaluz disputado la víspera en el Sánchez Pizjuán.
Cuando los futbolistas béticos abandonaban las instalaciones del estadio verdiblanco, un grupo de aficionados les increparon, mentándoles a la madre, al color de su piel e instándoles incluso a abandonar cuanto antes la disciplina de la entidad.
El propio Pepe Mel, a quien se vio profundamente afectado por el resultado del derbi a la conclusión de los noventa minutos en el Pizjuán, fue increpado, recordándole el 5-1 encajado por sus hombres en el mismo escenario la pasada temporada, 'manita' que todavía escuece en los aficionados béticos.
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