La división de los Ultras Sur pone en alerta al Real Madrid

El fondo sur del Santiago Bernabéu se agita y corre peligro. En el partido del pasado sábado ante la Real Sociedad, la zona reservada para los seguidores radicales del equipo blanco (Ultras Sur) tenía un sorprendente aspecto. A diferencia de otros días estaba a medio aforo, distando del habitual lleno de la mayoría de los partidos.

Tal y como informó la Cadena SER, una pelea entre diferentes facciones del grupo en las inmediaciones del estadio, cerca de su habitual ubicación previa a los encuentros, llevó a los dirigentes madridistas a no permitir la entrada a un buen número de ellos, cerca de 200. Algunos ya tenían bloqueado su acceso al estadio por recientes altercados.

Al parecer, y según ha podido saber El Confidencial, el surgimiento de una facción relacionada con la extrema derecha dentro de los Ultras es la que ha ocasionado la aparición de este movimiento que, de no ser controlado, podría significar el final del fondo sur del Santiago Bernabéu tal y como se entiende. El club blanco no está dispuesto a consentir que la violencia y un mensaje alejado del fútbol se apodere de la citada grada. Son ya dos años de extraña convivencia entre las diferentes facciones, pero en las últimas semanas las diferencias se han elevado hasta llegar al enfrentamiento físico.

También se habla de motivos económicos en esta guerra de poder dentro del grupo radical, pero la realidad señala a la aparición de estos grupos incontrolados que pretenden llegar al control de todo el movimiento. Incluso, la página de Facebook del grupo habla de la situación y de los problemas que están atravesando, llegando a decir claramente que el Real Madrid está dispuesto a poner fin a la actual relación en caso de que el control no regrese a la cabeza de los Ultras Sur.

Objetivos políticos
Se habla de que esos 'nuevos' líderes apenas tienen nada que ver con el fútbol y lo único que buscan es utilizar la repercusión del Real Madrid en sus fines políticos, de especial efervescencia durante estos días próximos al 20 de noviembre. También se comenta que este grupo tiene su conexión con parte del Frente Atlético. Gente afín ha procedido de la misma manera en el grupo rojiblanco, intentando llegar al control como fin para imponer su proceder y su tendencia política.

En la última década, el comportamiento del grupo Ultras Sur dentro del Santiago Bernabéu no ha suscitado mayores problemas. Los dirigentes del club impusieron un código de conducta y fue aceptado por los líderes históricos del grupo. En su momento, la policía instó al control de sus movimientos para evitar problemas, algo que fue aceptado por todos los clubes como peaje para la convivencia con los grupos radicales.

El club no lo tolera

El Barcelona de Laporta decidió terminar con los Boixos Nois, consiguiendo terminar con su presencia en el Camp Nou. Sin embargo, Sandro Rosell con la creación de la 'grada de animación' ha propiciado que los ultras regresen al estadio barcelonista.
Los dirigentes del club blanco quieren terminar con estos acontecimientos y no admiten el nuevo orden que algunos quieren imponer en el grupo radical. En las dos últimas temporadas, los Ultras Sur se significaron por su decidido apoyo a José Mourinho e incluso en el inicio de la presente temporada recibieron el consejo por parte del club de rebajar la tensión en lo referente al asunto Casillas-Diego López.