Una de las noticias desagradables del fin de semana es el comportamiento de la afición del Borussia Dortmund. Animosa como pocos y con unos mosaicos y ‘tifos’ espectaculares, el partido del sábado, en el que era uno de los choques más importantes de la temporada y seguro el más atractivo de la jornada, sacó su peor cara.
De un tiempo a esta parte, los aficionados del equipo tienen la fea costumbre de arrojar plátanos a los guardametas rivales. El sábado, la víctima fue Manuel Neuer, el portero titular de la selección de Alemania.
Demasiadas veces hemos presenciado estos comportamientos lamentables en las aficiones de equipos en todas las Ligas del mundo. En España vimos por ejemplo lanzamientos de plátanos a porteros como Kameni, solo cometió un delito, ser de color. Le ocurrió el el Vicente Calderón.
La Federación alemana debería sancionar al Borussia de manera ejemplar por este sector de aficionados-que son una minoría como siempre- que no representan para nada la afición de este gran club alemán.
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