El presidente del Betis, Miguel Guillén, y el consejero Fernando Casas visitaban este viernes el hospital en el que se encontraban los aficionados béticos agredidos este jueves en Guimaraes cuando regresaban en taxi a su hotel.
"La intención del consejo de administración es estudiar todas las medidas posibles para erradicar aquellos comportamientos agresivos que acaban desembocando en un clima de tensión y violencia", aseguraba el presidente a los afectados.
Además, según ha comunicado el club a través de los medios oficiales, "el dirigente les dejó claro que en la afición del Betis no tienen cabida aquellos que van provocando y utilizando el nombre de una afición que no representan para actuar de manera inadecuada y cuyas consecuencias acaban pagando seguidores ejemplares".
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