El ambiente en el Calderón fue, como no podía ser de otra manera, el de las grandes ocasiones. La afición estuvo entregada desde mucho antes del comienzo del partido incluso más que en el encuentro frente al Barça. La ocasión lo merecía, el atlético jugaba las semifinales 40 años después.
Muchos de los que ondeaban las bufandas en la grada del estadio rojiblanco no habían vivido para verlo y en esta temporada que parece irrepetible hay que celebrar el mero hecho de haber llegado hasta aquí, pero esto no quiere decir que el Atlético esté satisfecho. Partido a partido quieren plantarse en la final.
El tifo fue impresionante y daba fe del tiempo que llevaba el Atlético esperando un ambiente como este. “Desde 1903, hoy y siempre Atlético de Madrid” se podía leer en las gradas bajo un impresionante mosaico rojiblanco que daba la vuelta a todo el estadio. No era un Caderón, sino una Caldera que ponía los vellos de punta. El estadio se estremecía de emoción entre los acordes del himno de la Champions que se convirtió en música celestial para los aficionados, que lo coreaban como si fuera el himno español..
El himno del Atlético, cantado ‘a capella’ por los más de 55.000 aficionados que llenaban el Calderón fue el encargado de hacer el primer gol del partido. Hay más de 7.000 ingleses en Madrid, pero no se les ve ni se les oye. Ambiente de noche mágica en el Calderón que aunque no fue todo lo que se esperaba deja al atlético un resultado esperanzador para la vuelta.
Le vale con no perder el partido que jugará la próxima semana en Stamford Bridge, al que le acompañarán 2.500 aficionados que agotaron el lunes las entradas puestas a disposición por el equipo inglés. Seguro que se harán notar en el estadio londinense y todos deseamos que lleven en volandas al atlético directo hacia Lisboa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario