El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, compareció este lunes para negarlo todo y mostrarse víctima de un complot organizado para derribarle. Salió aparentemente seguro de sí mismo y se apresuró a ratificar al entrenador, Rafa Benítez, tras la derrota ante el Barça en el Bernabéu. Pero la seguridad le duró unos instantes, para comenzar dubitativo y acabar presentándose como la víctima de todo este asunto en el que el equipo que preside es humillado y los aficionados le muestran una masiva pañolada, le pitan y le piden la dimisión a gritos. "Siempre lo inician los mismos, los Ultra Sur, que intentan acobardarme y no lo van a conseguir. Luego lo continuaron otros socios, que me gustaría que no siguieran a este tipo de aficionados, que no tienen sitio en este estadio".
"Creo, y todo el mundo lo cree, que hay una campaña contra mí. Hay gente que hace de la mentira la razón de ser para deteriorar la imagen del Real Madrid, porque piensan que sin mí tendrán más influencia. Hay gente que ha hecho la razón de ser de su vida meterse conmigo. Intentan perturbar la estabilidad de este club y no lo voy a consentir", denunció.
Pérez, visiblemente muy nervioso y errático -llegó a colársele un "Yo miento" en su discurso-, sólo concedió que el equipo hizo "un partido muy malo, horrible". Y, aún así, matizó que "estas cosas pasan". Excusó la terrible imagen del equipo en su juego en este inicio de campaña en "las lesiones" y en algo, que no quiso explicar, que viene desde el pasado enero, cuando aún estaba al frente del equipo Ancelotti. "Quizás fue un cúmulo de cosas, pero no falta de actitud".
Ratificó, como se esperaba, a Rafa Benítez al frente del plantel, pese a las débiles estadísticas, que tanto le gustan al técnico. Y usó para ello el hecho de que los blancos ya estén clasificados para la Champions. Como todo el mundo esperaba, por otro lado, en un club como el merengue.
"Benítez tiene capacidad demostrada para sacar el máximo rendimiento de esta plantilla, que sufrió un paulatino deterioro desde enero. Entiendo el enfado de nuestra afición por el partido del sábado, pero es el momento de seguir trabajando por la unidad del madridismo. Pido a la afición el apoyo para Rafa. Dejémosle trabajar; va a ser capaz de reconducir la situación", imploró el mandatario.
Negó, asimismo, que exista un motín en la plantilla contra el entrenador, como muchos medios apuntan. "Los jugadores apoyan totalmente a Benítez. Tiene una buena relación con ellos". Aunque en otro momento de su comparecencia, llegó a admitir que "la convivencia del entrenador [hablando en sentido general] con la plantilla, en la que hay grandes estrellas, suele producir un deterioro".
Pérez rechazó también que se inmiscuya en los asuntos del técnico y que le exija alinear a ciertos jugadores, como se viene asegurando desde hace tiempo: "Rafa tiene plenos poderes, seguro, para hacer lo que considere oportuno; nadie le va a sugerir nada". Fue entonces cuando el presidente se dijo víctima de una campaña de la prensa y de otros sectores y dijo con altivez: "Jamás me ha dicho Cristiano nada de Benítez ni de nadie. Es un buen tío y lo que dicen de que yo tengo reuniones para venderlo y que lo quiero vender es mentira. A mí me molestan todas las críticas, sobre todo las que son mentira".
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