"14 personas fueron llevadas a un tribunal después de ser arrestadas por graves infracciones, esto mostrará a todo el mundo que la ley se aplicará", declaró el viceministro de Deportes un día después de los enfrentamientos violentos entre la policía y los ultras griegos.
"La eliminación del fenómeno de la violencia es posible con una acción coordinada del Estado. Los que pensaban que podían continuar con sus acciones violentas sin problemas saben desde ahora que la tolerancia de la sociedad está agotada desde hace mucho tiempo", continuó.
El clásico del fútbol griego, que debía enfrentar el sábado a Panathinaikos y Olympiakos, fue suspendido antes del pitido inicial por el árbitro Andreas Pappas por enfrentamientos entre ambas aficiones.
Una hora y media antes del comienzo del encuentro, un grupo de aficionados del Olympiakos se enfrentó a la policía, lanzando a los agentes piedras y otros objetos en las inmediaciones del estadio.
La policía tuvo que responder con gases lacrimógenos.
También se registraron enfrentamientos entre aficionados y la policía en el interior del estadio, cerca del túnel de salida de los jugadores.
Un policía resultó herido tras recibir el impacto de una silla arrancada de las tribunas.
La violencia es un gran problema en el fútbol griego. En marzo se aprobó una ley para luchar contra este fenómeno, que prevé la anulación de los partidos en caso de violencia, como ocurrió el sábado en Atenas.
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