Los ultras del Legia Varsovia, que sembraron el pánico en las calles de Madrid en octubre de 2016, la han tomado con sus propios jugadores. Tras perder el domingo contra el Lech Poznan la liga polaca (3-0), unos 50 seguidores radicales del Legia esperaron en el parking el regreso del equipo a Varsovia.
Una vez llegó el autocar, instaron a jugadores y entrenador a bajar del mismo. Algunos recibieron bofetadas en la cara, otros golpes en la cabeza y al segundo entrenador, Aleksandar Vukovic, le cayó un puñetazo. Los ultras amenazaron con volver si no mejoraban los resultados. El Legia es octavo en Polonia a 6 puntos del líder Gornik Zabrze.
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