Esta es una historia que se desarrolla en Tercera División, allí donde se percibe el horror vacui en cada córner, como escribió el periodista Enrique Ballester en su libro 'Infrafútbol'. Los protagonistas son Unionistas de Salamanca CF y CF Salmantino UDS (y viceversa), que además de competir y sobrevivir comparten una misma intención: honrar la memoria de la UD Salamanca, el gran club de la ciudad, desaparecido por las deudas. Pero más allá de ese objetivo, es difícil encontrar algo en común entre ellos.
Retrocedamos más de cuatro años, a junio de 2013, momento en el que la Unión Deportiva Salamanca (UDS) desapareció como equipo de fútbol (la sociedad, con la administración concursal al frente, aún no está liquidada y es muy importante en esta historia). En mayo de ese año se había creado la Plataforma de Aficionados de la Unión (PAU) con la intención de reflotar la UDS y contraria a la idea de su dueño, Juan José Hidalgo, de crear un nuevo club semejante (lo intentó con el Salamanca Athletic). Esa plataforma es el origen de Unionistas, que nació unos meses después y comenzó a competir en la temporada 2014-2015 en provincial y dos años después logró el ascenso a Tercera.
La historia del Salmantino es más enrevesada. Así se llamó durante décadas el filial de la UDS, denominación que alternó con Unión Deportiva Salamanca B. A la desaparición de 2013 le siguió una escisión de toda la cantera y la recuperación del Salmantino, al que UDS le cedió sus derechos federativos. Por eso comenzó a competir en Tercera Disivión, categoría en la que jugaba el filial charro. Pero dos temporadas después, una decisión judicial estableció que la cesión no era válida y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) le obligó a comenzar la temporada 2015-2016 en categoría provincial. El curso pasado subió a Tercera.
El Salmantino es ahora mismo líder del Grupo VIII (Unionistas es octavo) y viste en su camiseta el escudo del Salmantino y el de la UDS, ese que cualquier aficionado al fútbol recordará: un círculo dividido en dos mitades, con el puente romano sobre el Tormes a un lado y las siglas al otro. ¿Por qué lo llevan? Porque son el filial de la UDS y es el suyo, dice su presidente Carlos Martín. "No tenemos otro", afirma.
"Este equipo estaba utilizando el escudo del Salamanca, y al escindirse se recupera el escudo, que ya no se usaba, del Salmantino. Pero el Salamanca nunca ha tenido otro escudo. Luego si somos el filial del Salamanca, lógicamente tendremos que tener el escudo del Salamanca", explica. Martín afirma que el objetivo es recuperar los símbolos de la desaparecida UDS, incluido el nombre para llamarse Unión Deportiva Salamanca a partir de la próxima temporada. "Es nuestra idea, siempre y cuando la afición lo quiera. Ese es el objetivo que tenemos como filial: volver a recuperar la Unión Deportiva Salamanca. Ese es el llamamiento que hemos hecho a la afición", continúa Martín. El lema del equipo esta temporada es 'Vuelve la Unión', por si queda alguna duda.
Pero hay un problema, y no uno pequeño: Unionistas también tiene derechos registrados de la marca UDS. Este club, tras el inicio del proceso de liquidación, contactó con la administración concursal para interesarse en adquirir las marcas de la Unión, entre ellas el escudo y el nombre. Fue cuando descubrió que, en su opinión la UDS ni tenía registradas correctamente sus marcas ni utilizaba de manera correcta lo que sí tenía registrado. Y decidió solicitar los registros para uso deportivo. La adminitración concursal recurrió primero ante la justicia y luego ante la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO, en sus siglas en inglés), que le dio la razón la semana pasada a Unionistas. La decisión es recurrible.
"La EUIPO sostiene que no es uso de la marca según está registrada, porque una marca tiene que ser utilizada en la forma en la que está registrada o en una forma que no altere el carácter distintivo de la marca. Si tu utilizas el escudo solo, pero tu marca es el escudo y el nombre, ese uso del escudo no constituye uso de la marca", Roberto Pescador, vicepresidente de Unionistas y abogado especializado en marcas registradas.
Por otra parte, el pasado mes de mayo un juzgado de Salamanca autorizó la venta por parte de la administraión concursal de un lote de bienes valorado en 150.000 euros a Desarrollos Empresariales Deportivos SL, una sociedad con capital mexicano que ya se había hecho con el Helmántico y que está detrás del Salmantino, al que cedió la gestión del estadio. En el lote, en el que se incluía el himno, el fondo documental y el local de la antigua tienda del club, iban las marcas que Unionistas no quiso comprar en su momento.
A diferencia del Salmantino, que espera culminar su transformación en la Unión Deportiva Salamanca en menos de un año, Pescador explica que la intención de Unionistas no es llevar el escudo en la camiseta (al menos no de forma que permita confundirlo con el escudo del equipo) ni cambiar el nombre. Ni lo quieren sus socios ni lo permiten los estatutos, dice. "Habrá otras acciones judiciales para ver qué sucede con esos registros, y cuando exista una situación en la que el club esté seguro de que está dentro de la legalidad y de que no va a ser de ningún modo atacado por una tercera parte para usar el escudo o el nombre, pues se usará en equipaciones y en ropa etc., pero nunca de una manera que haga pensar a una tercera parte que el club es la Unión Deportiva Salamanca refundada", comenta Pescador, que ni mucho menos considera que el asunto esté resuelto.
Al litigio entre la administración concursal y Unionistas aún le quedan varios capítulos, pero Carlos Martín, que no es parte implicada directamente, no tiene dudas de que el otro equipo de la ciudad no se va a quedar con el escudo y el nombre. "Lo veo absolutamente imposible. No se puede utilizar una argucia para llegar a esto. Esto no es una persona que se ha encontrado el escudo. Es un club de fútbol rival, de la ciudad, que conoce perfectamente de quién es el escudo, que conoce perfectamente el uso… Está claro que es una actuación, como ha manifestado la administración concursal varias veces, de mala fe", asegura.
Los estatutos de Unionistas no solo dejan bien claro que el propósito del club no es ocupar el lugar de la UDS, también recogen la oposición radical a cualquiera que tenga esa pretensión. "UNIONISTAS DE SALAMANCA CLUB DE FUTBOL jura fidelidad eterna al club UDS, y no trata, ni jamás lo hará, de suplantar o hacerse pasar por él, ni se considera representante, ni heredero de dicho club, posicionándose radicalmente en contra, y condenando a cualquier otro club que hubiese intentado o intentase realizarlo", dice el artículo 4. En el ADN de Unionistas, pues, está la oposición frontal a las intenciones del Salmantino.
Las relaciones entre ambos clubes son extrañas. Es evidente que entre ellos existe una rivalidad aunque no se hayan enfrentado nunca. Lo harán por primera vez el 26 de noviembre en el Helmántico, antiguo hogar de la UDS que ahora acoge al Salmantino. La vuelta será cinco meses más tardes, pero solo a unos metros: Unionistas juega en las Pistas situadas justo al lado del estadio. Nunca dos equipos tan alejados estuvieron tan cerca.
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