Todo ocurrió en la ciudad francesa de Rennes, donde el Real Betis disputó el partido de ida de los dieciseisavos de Europa League ante el Stade de Rennais. Alrededor de treinta ultras del conjunto andaluz, pertenecientes a dos facciones distintas -United Family y Supporters Sur-, se enzarzaron en una pelea entre ellos de camino al estadio donde se disputó el partido, Roazhon Park.
Dicho enfrentamiento obligó a los gendarmes franceses intervenir, reteniendo a los aficionados en la comisaría durante los momentos previos al encuentro. Según informaron, no hubo ni heridos de gravedad ni hospitalizados. De hecho, el resto del ambiente fue cordial y sin mayores problemas. Alrededor de 1.300 aficionados del Betis vieron como su equipo lograba un trepidante empate a tres que deja la clasificación para los octavos de final muy encarrilada.
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