Con un dispositivo de seguridad hiperreforzado, el Sevilla-Lazio de este miércoles, vuelta de los dieciseisavos de final de la Europa League, se desarrolló sin incidentes entre las aficiones, un temor que preocupaba mucho tanto a las autoridades como a ambos clubes después de que en el partido de ida se produjeran altercados en las calles de Roma que se saldaron con unos cinco apuñalados que necesitaron hospitalización.
Con más de mil efectivos entre Policía Nacional, Policía Local, Bomberos y servicios sanitarios, no hubo esta vez que lamentar incidentes. Todo se desarrolló con normalidad y los más de mil hinchas italianos que visitaron la ciudad no protagonizaron ningún acto que lamentar.
Los tifosi fueron concentrados en la zona de los Jardines de Murillo y fueron escoltados por las fuerzas de seguridad durante todo el trayecto hasta el estadio Sánchez Pizjuán. Sólo un pequeño tumulto a la llegada de estos aficionados al estadio se registró sin ningún incidente más.
Había temor por los posibles enfrentamientos entre grupos radicales del Sevilla y la Lazio, que, además, mantienen ideas políticas contradictorias y el hecho de que coincidieran algunas horas también en la ciudad con la afición del Rennes, que juega este jueves contra el Betis.
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