Este equipo sueña, se valora y se respeta'. Es lo que se podía leer en la pancarta desplegada por La Gradona de los Malditos en el Municipal de Villaescusa, donde el Rayo Cantabria jugó más arropado que nunca; por cerca de mil racinguistas. Fue su modo de contestar a la insinuación del director deportivo verdiblanco, Chuti Molina, de que el filial está solo -cuando entrena por la mañana, precisaría- para completar los entrenamientos del primer equipo. La respuesta de la masa social al todavía mandatario fue evidente. Como lo fue la respuesta de su delantero centro, Javi Siverio, que lanzó un mensaje muy claro en redes: Ese mismo «Este equipo sueña, se valora y se respeta» que La Gradona, que había convocado a sus peñas -y de paso a todo el racinguismo- a arropar a los rayistas, hizo ayer suyo.
Más de medio centenar de aficionados esperaba al equipo para recibirle. Primera toma de contacto. Después, gradas repletas y mucho ambiente en un partido además de lo mejor que puede ofrecer la Tercera División cántabra, con el filial del Racing y el Tropezón en liza. Y con La Gradona trasladada a La Concha para envolver el partido de un ambiente sencillamente espectacular.
Un recibimiento caluroso a la plantilla tras la salida del vestuario para comenzar el encuentro y una convocatoria que mezcló la protesta con la ilusión por encontrar un futuro mejor marcaron la previa del compromiso liguero ante el Trope. Buenas especias para una mañana primaveral en la que el racinguismo quiso mantener el estado de renovada esperanza que le ha dado una victoria antes de que los resultados del resto de la jornada en Segunda matizaran ese optimismo, aunque sin terminar con él.
El caso es que con el humo del apoyo, la calentura del partido y las bufandas al vuelo, los aficionados racinguistas llevaron en volandas al Rayo durante el partido. Con la grada repleta y espectadores en la banda y el fondo. Con La Gradona apoyando a quienes aspiran a ser futuros jugadores del primer equipo, que verdiblancos ya son. Porque el racinguismo izó la bandera de la ilusión sin que faltara el 'Chuti, vete ya'. Una consigna que pudieron escuchar alto y claro tanto el presidente, Alfredo Pérez, como el nuevo entrenador, José Luis Oltra, ambos desplazados para ver al filial.
Las conversaciones en la grada iban por la misma línea de los cánticos. «Si Chuti no cuenta con los jugadores del filial y los juveniles, que se vaya». O reparto de culpas: «Me da igual Chuti, que la directiva o el que sea». Molina no estaba presente, pero su nombre era 'trending topic' en el lugar.
Ya sobre el terreno de juego tocó comprobar una vez más que los de Pitu Rodríguez están en racha tras su titubeante arranque, sin que el gol de Iago, que adelantó a los taniegos, les amilanara. Y para que el nuevo entrenador del primer equipo viera a Siverio marcar su 18º tanto de la temporada en la primera oportunidad que ha tenido de seguir al filial... Y de la reivindicación de más atención a la cantera en que se convirtió el partido de ayer.
De momento el Rayo sale reforzado, ya tercero en la clasificación tras adelantar al Trope. Como disfrutó del nuevo ambiente un presidente que ya andaba preocupado por la crispación y el ruido que se había generado, y que al menos por el momento se ha ido apagando. La victoria fue así el fin de fiesta perfecto a una mañana de esperanza. Porque, a pesar de todas las dificultades, el Racing cree de nuevo en sí mismo y en los suyos.
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