El partido entre Atalanta y Valencia CF reunirá en el estadio de San Siro a 40.000 aficionados italianos además de los más de 2.000 visitantes, una fiesta del fútbol que puede verse ensombrecida por la presencia de grupos radicales del Inter de Milán, enfrentados a los de la Atalanta de Bérgamo pero hermanados sin embargo desde hace un par de décadas con ultras del Valencia CF. Una situación sobre la que está advertida la policía milanesa, que prepara el choque de ida de los octavos de final de la Champions League con el tratamiento de partido de alto riesgo, que incluye un dispositivo de seguridad importante tanto en el centro de la ciudad en las 48 horas previas al partido como en las inmediaciones del estadio, en el que participan también agentes llegados desde España.
Diferentes grupos ultras del Inter no encajaron nada bien la decisión de que la Atalanta jugara esta temporada como local en San Siro sus partidos de Champions, por lo que desde entonces suelen hacerse de notar en las calles y redes sociales haciendo lo que llaman su "defensa del territorio", frente al conocido 'Baretto' de San Siro. Aunque, de cara a este partido, tal como reflejan medios locales preocupa en Italia la relación que desde el año 2004 mantienen radicales del Valencia CF con algunos de los grupos ultras de la Curva Nord del Inter de Milán. Fue después de las eliminatorias de Copa de la UEFA y Champions que enfrentaron a los dos equipos en aquellos años, y que curiosamente cayeron en ambos casos del lado italiano.
Una década después, en el año 2014, el Valencia CF prohibió la entrada a Mestalla a ultras del Inter, que horas antes habían posado con sus pancartas y realizado saludos nazis junto a miembros del grupo Ultras Yomus en las torres de Serranos. Aquello provocó un primer desacuerdo entre responsables de la Curva Nord de Mestalla y el club, presidido entonces por Amadeo Salvo.
Las fuerzas de seguridad ya tuvieron que intervenir en el Giuseppe Meazza hace poco más de una semana, cuando un grupo de violentos se enfrentaron a la policía lanzando petardos y botellas en una de las puertas del estadio donde se iba a disputar el derbi de la ciudad entre Inter y Milan, con el resultado de varios policías heridos y algún detenido. Apuntan medios italianos que según los informes es posible que entre esos cerca de 200 aficionados que provocaron los incidentes hubiera presencia de españoles.
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