El partido entre Oriente Petrolero y Vasco da Gama no solo sirvió para el pase de los brasileños, sino también para demostrar que el racismo está en todos lados.
Fueron los jugadores de Vasco da Gama los que alertaron de la situación al colegiado. Los futbolistas cruzmaltinos se marcharon enfadados, pese a haber conseguido el pase a la siguiente ronda.
En el tramo final del partido, alrededor del 40' de la segunda mitad, los suplentes de Vasco da Gama alertaron al colectivo arbitral de que estaban escuchando gritos de mono desde la grada.
No le hizo caso el árbitro al conjunto brasileño, que incluso le enseñó la tarjeta amarilla a Ricardo Graça después de alertar sobre la situación. Vasco da Gama, en sus perfiles oficiales, ofreció su apoyo a los jugadores.
"Es triste ver que a mediados de 2020 todavía vemos tantos casos de racismo en el fútbol. No hay más espacio para este tipo de pensamientos. A Alejandro y a todos los que posiblemente se sintieron ofendidos, nuestra solidaridad", escribió.
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