Lamentables incidentes los ocurridos en las gradas de Mataderos, en los instantes previos a que diera comienzo el Nueva Chicago-Temperley. Un choque entre dos facciones enfrentadas de ultras rivales acabó con golpes, carreras e intentos de apuñalamiento.
La violencia en los estadios de Argentina es un mal que, a día de hoy, parece imposible de erradicar. Prueba de ello es la impunidad con la que actúan los 'barras bravas', y valga como ejemplo los lamentables incidentes ocurridos en el Nueva Chicago-Temperley.
El jugarse sin público visitante no evitó que hubiera incidentes en las gradas. Incidentes que bien podrían ser terriblemente dramáticos, a la vista de las fortísimas imágenes que captó la televisión argentina.
Al parecer, el choque se produjo entre dos facciones enfrentadas de la propia hinchada de Nueva Chicago. Hubo golpes, carreras, estampidas, y también intentos de apuñalamiento.
Los hechos ocurrieron en los instantes previos a que comenzase el partido. Según 'Olé', la barra brava del 'Torito' llevó a las gradas del estadio una disputa que había comenzado fuera.
No fue con la hinchada visitante, porque no hubo. Fue entre los propios ultras de Nueva Chicago, seguramente por rencillas internas (dudamos que lo provocase una discusión sobre el racionalismo crítico de Popper). Una pelea que podría haber acabado en tragedia.
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