El deporte israelí no es ajeno a los procesos de globalización y privatización reflejados en tantos niveles de la sociedad. Como consecuencia típica de ello el deporte dejó su aspecto popular hasta convertirse en una profesión más que debe ser operada en marcos organizativos capaces de enfrentar los nuevos desafíos de la economía global.
Si nos enmarcamos específicamente en el fútbol y en el básquet la tendencia configuró un reducido número de equipos basados en sponsors que financiaban gran parte de estas actividades recibiendo, como recompensa, espacios publicitarios. La profundización y comercialización del fenómeno llevó a la privatización de la mayoría de los equipos, generalmente en manos de millonarios muy conocidos en las columnas de chismes de diarios y revistas. Sus gestiones se sustentan, fundamentalmente, en el negocio de la televisión, publicidad y propiedad de jugadores, al contrario de los clubes de antaño cuya fuente básica era la cuota de los sus asociados. En esa vorágine competitiva hubo quienes triunfaron y lograron erigirse en empresas exitosas (como Macabi Tel Aviv, en básquet) pero hubo quienes sufrieron serios traspiés y hasta bancarrotas que incluyeron la desaparición de gloriosos clubes del pasado.No me hubiese detenido a señalar parte de la historia social que estamos escribiendo en estos días sino por el hecho de la repentina aparición de una tendencia totalmente inversa y un fenómeno de gran contenido social y popular. A diferencia de muchos sectores sociales reconvertidos en "consumidores pasivos", en los últimos dos años fuimos testigos de un movimiento inverso en donde los hinchas decidieron dejar de ser pasivos. Me refiero al surgimiento, o al resurgimiento, de clubes, ahora bajo propiedad y manejo de sus hinchadas y que comenzaron a trepar en las clasificaciones desde las ligas inferiores con la expectativa de llegar a lo más alto en el deporte competencia.Por el momento podemos mencionar tres ejemplos que ya lograron arribar a niveles organizativos y competitivos dignos de admiración:
Macabi Yaffo – Kabilio:
Macabi Yaffo fue uno de los más conocidos y veteranos clubes de fútbol de Israel. Fundado en el año 1949 por olim (inmigrantes) de Bulgaria. Durante 31 años participó en la liga superior de fútbol hasta el año 1999. La gran crisis financiera en que se vio envuelta junto a un mal manejo económico terminó por llevarlo a la quiebra y su desaparición como equipo y club.Un año atrás se fundó una nueva institución denominada Macabi Yaffo – Kabilio con el objetivo de hacer renacer la institución y el equipo. La iniciativa surgió de un grupo de hinchas que decidieron crear una empresa en la cual los socios son hinchas, accionistas y gerenciadores. Al nombre original le agregaron el complemento ‘Kabilio’ como recuerdo de su famoso arquero y cantante de los años 70 quien murió trágicamente a los 35 años por el padecimiento de un cáncer. Actualmente participa de la tercera división y tiene la expectativa de poder llegar lo antes posible a superior. Nuevamente se escucha aquel famoso estribillo ¡Aide Macabi Yaffo!
Hapoel Katamon:
Esta institución se crea por medio de un grupo de ex hinchas del equipo de fútbol Hapoel Jerusalem muy decepcionados por el manejo de su equipo madre. Fue el primer equipo que se crea bajo la propiedad de sus fanáticos movilizando dinero a través de la venta de acciones. El nombre del equipo surge del mitológico estadio donde originalmente jugaba el equipo en el barrio homónimo de Jerusalem. Hapoel Katamon juega en la liga A Sur. El Hapoel Jerusalem en fútbol continua sus actividades y hoy esta ubicado en los primeros puestos de la liga nacional (segunda liga).
Hapoel Usishkin:
El histórico equipo de básquet Hapoel Tel Aviv, que en su tiempo representó el único rival serio de Macabi Tel Aviv, cesó su trayectoria dos años atrás luego de una gran crisis financiera y dirigencial. Encima la municipalidad decidió llevar a la práctica un viejo proyecto y tiró abajo el famoso estadio Usishkin (al lado del río Yarkon en Tel Aviv), considerado monumento histórico por los fanáticos. Como respuesta, un grupo de hinchas tomó la iniciativa y creó una nueva institución, el Hapoel Usishkin, creada bajo los mismos principios. Los dueños son los mismos socios que adquieren las acciones de la institución y están involucrados en la conducción. Este año el quipo juega en la tercera liga pero tiene serias pretensiones de subir varias etapas en los próximos años. Todas estas instituciones creadas por iniciativa de las hinchadas tienen la característica de traer mucho público a los partidos, inclusive mucho más que aquellos partidos de equipos famosos en manos de grandes millonarios. Para quien vivió la maravillosa experiencia del club de barrio, esta experiencia solo puede traer muy buenos recuerdos, nostalgia y esperanzas de un futuro diferente y mejor.
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