Al menos siete aficionados del Xerez DFC, entre ellos el directivo Manu Cazalla, tuvieron que ser trasladados al Hospital de Puerto Real con heridas leves y otros diez sufrieron golpes aunque no precisaron intervención facultativa tras una pelea multitudinaria en las cercanías del Estadio Municipal de Chiclana.
En efecto, hacia las cinco y veinte de la tarde de ayer, una treintena de aficionados del Xerez DFC, entre ellos mujeres y niños, se encontraba en un bar cerca del Estadio Municipal haciendo tiempo hasta la hora del encuentro (18:00) cuando fueron sorprendidos por un grupo de unas cincuenta personas, según testigos presenciales, que portaba palos, barras de hierro, martillos e incluso pistolas de bengalas.
Los aficionados jerezanos salieron corriendo hacia el Puente Chico (peatonal) que comunica ambas riberas de la ciudad siendo alcanzados por este numeroso grupo, que la emprendió a golpes con los aficionados azulinos, prosiguiendo la pelea ya al otro lado de la ciudad en la confluencia de las calles Vega y De la Fuente.
Según el testimonio de uno de los presentes, se produjeron hasta tres disparos de bengalas -una de ellas impactó en la luna de un coche en el aparcamiento anexo al Municipal de Chiclana, cruzando de lado a lado del río- con lo que ahora mismo no se está hablando de una tragedia de auténtico milagro.
Entre los aficionados xerecistas heridos se encuentra Manu Cazalla, que sufrió heridas en un dedo y un golpe en la cabeza. Varias patrullas de la Policía Local y de la Guardia Civil se personaron de inmediato, así como una ambulancia convencional y una UVI Móvil y un furgón de atestados de la Policía Local. Tras una primera inspección, siete personas se trasladaron al Hospital de Puerto Real mientras que al resto la Policía les aconsejó no acudir al campo para presenciar el partido.
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