En cada partido de Peñarol en el Estadio Centenario, la tarea de "Nandito", uno de los referentes de la barrabrava de ese club y que fue baleado en la madrugada del lunes fuera de su casa, es clara: controlar el talud y que en la puerta 9 no se le arrojen piedras a los porteros y no se robe a los vendedores de refrescos. También se encarga de controlar el comportamiento de los hinchas en cualquier cancha en la que juegue el equipo, por lo que Peñarol le pagó el año pasado $ 5.000 por partido, según la declaración que brindó el 14 de julio de ese año ante la Dirección General de Información e Inteligencia, y que consta en un expediente judicial al que accedió El Observador.
La potestad para controlar la seguridad de las tribunas a las que asisten los barrabravas se la da un carné de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) que lo identifica como seguridad de Peñarol. Según su declaración, le fue entregado por Washington Vega, exencargado de seguridad del club.
Ser uno de los referentes de la barrabrava carbonera lo llevó a tener otra tarea; según lo que declaró en 2015, Peñarol le dio por partido "unas 150 entradas, todas destinadas a la tribuna donde se encuentra la mayor parcialidad de Peñarol".
Durante la investigación por el ataque en la puerta de su casa hace dos días, por la que recibió un disparo en la pierna y otro que rozó su nuca, la Policía encontró 23 entradas para la tribuna Ámsterdam en el auto en el que viajaba, informó el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, en una entrevista con Código País emitida ayer por la noche en canal 12. "Se viene diciendo que la directiva de Peñarol las reparte; pero se viene afirmando que no, que no es así", aseguró el ministro.
En marzo de 2013, el exjuez penal Homero Da Costa inició un expediente judicial para investigar el vínculo de la directiva de Peñarol y otros clubes con las barras bravas, luego de que, en un allanamiento por drogas, la Policía encontrara en la casa de un hincha 50 entradas de cortesía para el partido entre Peñarol y Vélez Sarsfield de Argentina. La causa fue archivada este año a pedido de la fiscal Mariela Luzi. A raíz del ataque a "Nandito" del lunes, la Policía retomó la línea de investigación sobre entradas en poder de barras bravas. En este caso, las entradas no tenían fecha ni mencionaban ningún partido en particular.
El protocolo
El protocolo del Ministerio del Interior sobre la actuación en el fútbol establece que está prohibido que los clubes entreguen entradas a las barras. En setiembre de 2015, luego de la declaración de "Nandito" y otros 19 referentes de seguridad de Peñarol –algunos de los cuales manifestaron no seguir colaborando–, la Dirección General de Información e Inteligencia concluyó que "se logró establecer" que a través de dos de esos hinchas –considerados líderes de la barra– "Peñarol gestiona los pagos" al resto, "ya sea proporcionando entradas o dinero". Uno de ellos es quien fue baleado el lunes. El otro era "Tato", acribillado de 20 balazos a fines del año pasado y cuya pareja apareció muerta hace menos de un mes en un vehículo incendiado en el barrio Tres Ombués.
En el expediente judicial consta, por ejemplo, que uno de los referentes de seguridad de la barra fue contratado por "Nandito" a cambio de cinco entradas por partido. "Las doy a unos amigos o sobrinos cuando van al estadio", declaró. Hace una semana, El Observador informó que la seguridad de la barra permitía el ingreso de un grupo de 25 o 30 hinchas a cuenta del club, en un arreglo entre la Tesorería de la AUF y la Comisión de Seguridad de ese club, que reconoció en un comunicado que "facilita el acceso de parciales que colaboran con la seguridad".
La balacera
El lunes por la noche "Nandito" estaba estacionando un auto frente a su casa, en el barrio Villa García, cuando comenzó el tiroteo. Fueron 34 disparos: 17 impactaron en el auto, uno le dio en la pierna y otro le rozó la nunca, informó El País en su edición de ayer. Fue trasladado al hospital Pasteur y se encuentra internado en el Instituto Nacional de Ortopedia y Traumatología (INOT).
El hincha iba con un amigo, quien contó a El País que los atacantes "salieron de la nada" y "comenzaron a tirar".
El ataque ocurrió pocos días después de que otro hincha fuera baleado en uno de los baños de la Ámsterdam en el entretiempo del partido entre Peñarol y Rampla. De hecho, una de las hipótesis manejada por la Policía es que el ataque a "Nandito" esté vinculada a ese caso y que se trate de una rivalidad entre grupos de la hinchada de Peñarol.
Peñarol "tiene un problema"
Consultado en Código País sobre la propuesta del presidente de la Comisión de Seguridad de Peñarol, Julio Luis Sanguinetti, de disolverla, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, respondió que "Peñarol tiene un problema". "Hay quienes lo reconocen y quienes lo achican. Se les fue de las manos. Ya en el 2010 les decíamos que el pulmón no arregla nada y que tenía que haber un cambio cultural. Los últimos problemas serios de Peñarol han estado en los festejos", dijo.
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