Matones y de la vieja escuela. Así se comportaba el grupo de fanáticos independentistas que durante más de una década apaleó, boicoteó, saboteó y agredió a rivales ideológicos y deportivos y a símbolos que tuviesen que ver con España. Ahora, se sentarán en el banquillo cinco de ellos, Oriol, Bernat, Xavier, Roger y Daniel, que durante más de una década han ido apaleando a adversarios y algunos de los cuales ya acumulan sobre sus espaldas condenas en firme por violencia y graves delitos. Su líder, Oriol FCB acaba de ser condenado por dejar en coma a un ucraniano en una de sus ‘cacerías’ y ahora es acusado de amenazar a seguidores de la selección española.
De hecho, en junio de 2016, el grupo saltó a la fama tras la brutal agresión a los jóvenes María Rosa, Encarni y Julián, de la plataforma Barcelona con la Selección, que fueron pateados y robados cuando atendían una carpa informativa sobre la Roja. Según el relato de los hechos, los cinco ultras citados eran del grupo Desperdicis (Desperdicios), del club de fútbol Sant Andreu, y se encontraban en la fiesta de inauguración del piso de un amigo cuando fueron informados de que había una carpa a favor de la selección española en una calle cercana. Como en ocasiones similares, salieron en tromba a ejecutar otra de sus ‘cacerías’.
A media tarde, los acusados llegaron a la carpa y comenzaron a insultar a las dos chicas y al chico, con frases como “putas españolas, fuera de aquí, os vamos a matar, putos españoles de mierda. Perras españolas, iros a vuestro país, hijos de puta”. Fue el inicio de un festival de golpes y violencia. Destrozaron la carpa, agredieron con patadas y puñetazos a los jóvenes que la atendían y se llevaron el material de propaganda y el bolso de una de las chicas. Horas después, cuando estaban recogiendo aún sus pertenencias y lo que había quedado de la carpa, apareció Oriol, uno de los ‘red skins’ de Desperdicis. “¿Qué es esto? Esto no debería estar aquí. Fuera la bandera española, ¡Puta España! ¡Puta de mierda! –exclamó dirigiéndose a María Rosa O., una de las jóvenes agredidas-. Sois unos hijos de puta. Aquí no tenéis que estar, putos españoles. Tú eres una cerda española, hija de puta. Iremos a por vosotras. ¡Os mataremos!”.
Y ello, dice el fiscal, mientras hacía el gesto de cortarle el cuello, “procediendo acto seguido con ánimo de vejarla y humillarla a escupirle y tirarle la cerveza que contenía un vaso que llevaba, abandonando el lugar no sin antes dar un fuerte volantazo con el coche para incrementar el miedo de su víctima”. Los miembros de Desperdicios se fueron luego a celebrar el cumpleaños de Oriol. Éste fue identificado posteriormente como el ultra Oriol FCB, un activo y violento 'hooligan' muy conocido en los ambientes futbolísticos de la ciudad que ya acumulaba varias detenciones por hechos violentos y que en las redes sociales atizaba el odio a todo lo español.
Los miembros de Desperdicios son acusados de tres delitos contra la integridad moral, tres delitos leves de lesiones, un delito leve de daños, un delito leve de hurto, un delito de amenazas graves y un delito de pertenencia a grupo criminal.
A. FERNÁNDEZ. BARCELONA
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21.03.2017 – 05:00 H.
Matones y de la vieja escuela. Así se comportaba el grupo de fanáticos independentistas que durante más de una década apaleó, boicoteó, saboteó y agredió a rivales ideológicos y deportivos y a símbolos que tuviesen que ver con España. Ahora, se sentarán en el banquillo cinco de ellos, Oriol, Bernat, Xavier, Roger y Daniel, que durante más de una década han ido apaleando a adversarios y algunos de los cuales ya acumulan sobre sus espaldas condenas en firme por violencia y graves delitos. Su líder, Oriol FCB acaba de ser condenado por dejar en coma a un ucraniano en una de sus ‘cacerías’ y ahora es acusado de amenazar a seguidores de la selección española.
De hecho, en junio de 2016, el grupo saltó a la fama tras la brutal agresión a los jóvenes María Rosa, Encarni y Julián, de la plataforma Barcelona con la Selección, que fueron pateados y robados cuando atendían una carpa informativa sobre la Roja. Según el relato de los hechos, los cinco ultras citados eran del grupo Desperdicis (Desperdicios), del club de fútbol Sant Andreu, y se encontraban en la fiesta de inauguración del piso de un amigo cuando fueron informados de que había una carpa a favor de la selección española en una calle cercana. Como en ocasiones similares, salieron en tromba a ejecutar otra de sus ‘cacerías’.
A media tarde, los acusados llegaron a la carpa y comenzaron a insultar a las dos chicas y al chico, con frases como “putas españolas, fuera de aquí, os vamos a matar, putos españoles de mierda. Perras españolas, iros a vuestro país, hijos de puta”. Fue el inicio de un festival de golpes y violencia. Destrozaron la carpa, agredieron con patadas y puñetazos a los jóvenes que la atendían y se llevaron el material de propaganda y el bolso de una de las chicas. Horas después, cuando estaban recogiendo aún sus pertenencias y lo que había quedado de la carpa, apareció Oriol, uno de los ‘red skins’ de Desperdicis. “¿Qué es esto? Esto no debería estar aquí. Fuera la bandera española, ¡Puta España! ¡Puta de mierda! –exclamó dirigiéndose a María Rosa O., una de las jóvenes agredidas-. Sois unos hijos de puta. Aquí no tenéis que estar, putos españoles. Tú eres una cerda española, hija de puta. Iremos a por vosotras. ¡Os mataremos!”.
Y ello, dice el fiscal, mientras hacía el gesto de cortarle el cuello, “procediendo acto seguido con ánimo de vejarla y humillarla a escupirle y tirarle la cerveza que contenía un vaso que llevaba, abandonando el lugar no sin antes dar un fuerte volantazo con el coche para incrementar el miedo de su víctima”. Los miembros de Desperdicios se fueron luego a celebrar el cumpleaños de Oriol. Éste fue identificado posteriormente como el ultra Oriol FCB, un activo y violento 'hooligan' muy conocido en los ambientes futbolísticos de la ciudad que ya acumulaba varias detenciones por hechos violentos y que en las redes sociales atizaba el odio a todo lo español.
Los miembros de Desperdicios son acusados de tres delitos contra la integridad moral, tres delitos leves de lesiones, un delito leve de daños, un delito leve de hurto, un delito de amenazas graves y un delito de pertenencia a grupo criminal.
Un largo historial delictivo
Pero el incidente es solo uno más en una larga lista de matonismo que este grupo radical comenzó en el año 2007. En esa época, se fundó el grupo Desperdicis “por personas relacionadas con el movimiento ‘red skin’, caracterizado por sus ideas de independentismo revolucionario y anarquismo violento del barrio de Sant Andreu de Barcelona y que se integran como colectivo ultra en la grada de animación del club de fútbol Unión Deportiva Sant Andreu, teniendo como objetivos políticos la lucha, en ocasiones mediante el uso de la violencia, contra todo aquello que ellos identifican como fascismo y contra el capitalismo que, según su ideología, lo engendra”, explica el fiscal.
El nombre de Desperdicis nació después de que en un partido con el Badalona, el reducido núcleo del grupo inicial fue acordonado en una zona rodeada de policías. “Así salió el nombre. Nos trataron como basura, como a unos desperdicios”, recordaba más tarde uno de los fundadores.
Desde el primer día, el colectivo emprendió acciones contra todo grupo defensor de la unidad de España y el 12 de octubre solía ir a concentraciones unionistas, donde aprovechaban “para la realización de actos de violencia contra sus adversarios políticos”. Así lo recuerda el fiscal en un aterrador escrito de acusación donde enumera todas las barbaridades que el grupo cometió. Pero para entonces, Oriol FCB ya tenía antecedentes: en 2006, fue condenado por daños materiales en la estación de metro de Barceloneta. Fue el prolegómeno a una larga carrera de matón de medio pelo en la ciudad de Barcelona.
En el 2007, nada más nacer, Desperdicis se integra en el Movimiento Antifascista Combativo (MAC), una plataforma nacida como respuesta al asesinato de Carlos Palomino en el metro de Madrid por parte de un miembro de Democracia Nacional. Palomino mantenía excelentes relaciones con Desperdicis y de ahí que su asesinato provocase un gran impacto en algunos círculos de ‘red skins’ de Barcelona. Tras su muerte, una manifestación en la capital catalana a la que asistieron 1.000 personas, acabó con graves incidentes donde se quemaron contenedores y se agredió a la Policía.
El 9 de noviembre de 2008, con motivo del primer aniversario de la muerte de Palomino, Desperdicis ejecutó su primera acción de crudo matonismo independentista: acuchilló a dos jóvenes a la salida de un concierto que se celebraba en La Farinera del Clot. Por ello, fueron detenidos tres miembros de Desperdicis y al final fue condenado uno de ellos, de nombre Daniel, como autor de los acuchillamientos.
El 31 de enero de 2009, a la salida del metro de Marina, otro joven fue agredido por miembros de Desperdicis, que lo dejaron inconsciente en el suelo. Cuatro militantes del grupo ‘red skin’ fueron condenados por esa agresión. En el año 2010, con motivo del encuentro del FC Barcelona B con el Sant Andreu en el mes de junio, protagonizaron un conflicto en el propio terreno de juego, cuando quisieron agredir a los jugadores rivales. La tangana continuó luego en las calles adyacentes, donde atacaron también a un policía. Fueron detenidos tres miembros de Desperdicis, entre ellos el propio Oriol FCB.
De ‘caza’ por Barcelona
El Día de la Hispanidad de 2010, el grupo organizó una ‘operación’ contra la concentración de ultraderecha en Rambla Catalunya. Uno de sus miembros fue detenido con una mochila cargada de piedras con las que pensaban boicotear el acto de la formación MSR. Un año más tarde, tras una manifestación antifascista para protestar contra la Hispanidad, se corrió la voz de que había un concierto en el local The Other Place, en el barrio de Poble Nou. Para allá fueron decenas de jóvenes violentos que se iban aprovisionando de botellas y piedras. Tras varias escaramuzas con la Policía, hubo dos detenidos, uno de ellos de Desperdicis. Fueron condenados por lesiones con el agravante de discriminación por motivos ideológicos.
El 5 de mayo de 2013, la Plataforma Antifascista de Barcelona convocó una manifestación contra el Casal Tramuntana, centro inaugurado aquel año y donde iban personas vinculadas a la extrema derecha. El día de los altercados, el casal había organizado una conferencia sobre los movimientos de disidentes italianos a la que asistieron unas 80 personas. La manifestación acabó con un intento de asalto al local y la participación activa de Desperdicis en los hechos.
El 20 de julio del 2013, la misma plataforma organizó una manifestación contra la librería Europa, propiedad del conocido nazi Pedro Varela, en el barrio de Gràcia. Unas 300 personas acudieron al llamamiento y un grupo de seis matones (entre ellos, Oriol FCB) intentaron agredir a agentes de paisano que se encontraban vigilando la acción. Ese mismo año, pero el 12 de octubre, planearon agredir a los participantes de la concentración de ultraderecha del Día de la Hispanidad, para entonces confinada en la falda de la montaña de Montjuïc. Tras la concentración, varios ultraderechistas fueron agredidos en un bar del cercano barrio de Sants. Posteriormente, dos ‘red skins’ amigos de Oriol FCB fueron condenados por esos hechos.
El 9 de octubre de 2014, con motivo del juicio en la Audiencia contra los dos detenidos por la agresión en The Other Place, el Movimiento Antifascista Combativo realizó una concentración ante los tribunales, esperó a que llegasen la víctima y sus amigos y se involucraron en una pelea multitudinaria con palos y cascos de moto hasta que intervino la Policía.'
El 11 de octubre, tan sólo dos días después, varios miembros de Desperdicis protagonizaron la agresión a un ciudadano ucraniano frente al Ateneo Independentista y Popular La Torna. En ese local, se estaba realizando una asamblea abierta sobre la situación en Ucrania. Al acto asistió un grupo de ucranianos con banderas de su país para dar su opinión, lo que provocó que fuesen abucheados por una parte del público. Los miembros de Desperdicis, que estaban en el barrio del Clot, fueron avisados de lo que ocurría y se desplazaron hasta Gràcia para dar su merecido a los ucranianos. Para algo están los matones de barrio. Tras varias escaramuzas, la víctima recibió un fuerte golpe en la cabeza con un casco de moto y quedó en coma. Fueron detenidos seis ‘red skins’, cinco de ellos militantes de Desperdicis. Tres han sido condenados por homicidio en grado de tentativa, con los agravantes de discriminación por motivos ideológicos y abuso de superioridad. Otros tres, por amenazas graves y encubrimiento, entre ellos Oriol FCB.
Contra la directiva
En el 2015, con motivo del partido de liga entre el Figueres y el Sant Andreu, armaron una verdadera batalla campal en el campo visitante (eso sí, con apoyo del Frente Unión del Figueres, con quien se llevan bien los Desperdicis), con el lanzamiento de bengalas al terreno de juego, el vaciado de dos extintores de la grada y la realización de pintadas. El motivo era apoyar al candidato de Avenç Andreuencs, una plataforma creada por varios exdirectivos del Sant Andreu –liderados por el exjugador culé Ramon Maria Calderé- que planteaba una opción de compra de las acciones al presidente de la entidad. Esta coyuntura provocó toda una campaña de Desperdicis contra el presidente de su club. Entre sus acciones figuran la realización de pintadas y de amenazas contra el máximo mandatario y su junta directiva. En el último partido de la temporada, los miembros de Desperdicis saltaron al césped con las caras tapadas y se enfrentaron desde allí al palco, aunque la intervención de los Mossos d’Esquadra evitó males mayores
Para el fiscal, lo que hace el grupo de matones cuatribarrados (en su grada utilizan profusamente la ‘senyera’ catalana, aunque también dejan ver ‘esteladas’, es decir, banderas independentistas) es la “expresión violenta de la animadversión y rechazo que profesan hacia personas que no comparten su ideología y particularmente todo aquello que pueda simbolizar o representar lo español o la unidad de España y en especial la selección española de fútbol, coloquialmente conocida como La Roja”. Pero ello no quita para que hayan establecido lazos intensos con grupos similares, tanto de Cataluña como de fuera. Su politización se evidenció desde su fundación y ahora aplica la política a todos sus actos: de ahí que el pasado 13 de marzo convocase a una concentración en la plaza Orfila (barrio de Sant Andreu) para protestar por la detención de cuatro violentos tras los incidentes de la semana pasada en Pamplona.
Su lema es “honor, humildad, sacrificio y pasión, las cuatro barras que defendemos cada día de nuestras vidas”. Les faltan, al menos, la de la violencia y la del discurso del ocio, por las que su núcleo se va a sentar en el banquillo de los acusados. Son las más visibles hasta ahora.
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