El presidente del club de fútbol más poderoso de Italia, acusado de relacionarse con la mafia más importante de Europa. La Comisión antimafia del Parlamento italiano mantiene abierta una investigación por la supuesta conexión entre los ultras de la Juventus con la 'Ndrangueta, que obligará a comparecer al máximo mandatario juventino, Andrea Agnelli, en este órgano de control de la Cámara baja.
El pasado noviembre, la fiscalía de Turín concluyó que una célula de esta mafia -natural del sur de Italia, pero con amplias redes también en la región septentrional del Piamonte- se había infiltrado entre los hinchas de la Juve, con el objetivo de establecer contactos con sus dirigentes. El ministerio público considera que este vínculo permite además al crimen organizado acceder a entradas de los partidos para después venderlas a un precio mayor.
De momento quien ha acudido en la Cámara de Diputados ha sido el responsable jurídico de la Juventus, Luigi Chiappero. "Nos preocupa que se niegue el fenómeno, que vosotros lo neguéis. El fenómeno existe, ¿seguís entregándoles los billetes?", le interpeló la presidenta de la Comisión antimafia, Rosy Bindi. Durante las dos horas de audiencia, el abogado lo negó y dijo desconocer la identidad de Rocco Dominello, cabecilla del clan presuntamente infiltrado.Idéntica defensa de Agnelli, que emitió después un comunicado para admitir que se ha reunido con líderes de los ultras, pero que si "alguno de aquellos personajes tenían responsabilidades penales" no estaba "bajo el conocimiento de ningún dirigente de la Juventus".
El mandatario del conjunto turinés prometió también "colaboración con la Justicia", aunque aseguró que las acusaciones son "inaceptables", después de que la fiscalía de la Federación Italiana de Fútbol haya abierto en paralelo una segunda investigación.Dicho órgano ha sido consultado para este reportaje, aunque desde la federación declinan hacer comentarios y se remiten a un comunicado en el que únicamente se informa de la apertura del caso. El fiscal que lo investiga, Giuseppe Pecoraro, era delegado del Gobierno en Roma en 2014, cuando un grupo de ultras del Nápoles pararon la final de Coppa Italia por unos incidentes a las afueras del estadio en los que fue tiroteado un aficionado, que después falleció. Pecoraro, que lleva sólo siete meses en el puesto, se distingue como un hombre inflexible ante la violencia en el fútbol y alega que el nexo entre la 'Ndrangueta y los dirigentes de la Juve obedecería "al intento de mantener el orden en algunos sectores del estadio".
La Justicia penal no le ha abierto expediente a Agnelli, que se arriesga como máximo a una multa o a ser inhabilitado de forma temporal. Sin embargo, las relaciones entre el dirigente turinés y el presidente de la federación de fútbol, Claudio Lotito, no son las mejores, por lo que desde el club insinúan que la investigación deportiva responde a una "interpretación parcial" de los hechos.No hay otros clubes imputados, de momento
Por el momento los responsables de la federación no han iniciado pesquisas contra otros clubes. Sin embargo, fuentes de la Comisión antimafia apuntan a este diario que hay otros expedientes aún en fase de estudio que señalan que la mafia se podría haber infiltrado en otros equipos.Uno de ellos sería el Crotone, que esta temporada juega por primera vez en su historia en Serie A. Su presidente, Raffaele Vrenna, ha sido absuelto recientemente de actuar como testaferro para la 'Ndrangueta.
Otro club investigado sería el Latina, de la Serie B, declarado en quiebra este mes. Y el tercero de ellos, el Catania, milita en Lega Pro (tercera división), después de haber sido descendido en la 2014/15 por amaño de partidos.Esa ha sido la estrategia seguida por la 'Ndrangueta, la red criminal italiana más extendida en el mundo de los negocios y principal suministradora de droga en Europa, con la que se presume que ha intentado infiltrarse en el fútbol. Aunque utilizar a los ultras como puerta de entrada sería una estrategia nueva, señalan los expertos. En asuntos del hampa -y más con investigaciones en curso- prima el secretismo en Italia. El fiscal nacional antimafia,
Franco Roberti, también se ha excusado a este medio por su "indisponibilidad" para tratar este asunto.Acusados de vender cocaína, robo y extorsiónHace un par de semanas la policía de Bérgamo detuvo a 20 ultras del Atalanta, acusados de vender cocaína antes y después de los partidos, robo e intento de extorsión. En la investigación, llevada a cabo por la Policía de esta ciudad del norte de Italia, se han visto envueltos un hombre de 73 años, otro de 63 y el hijo del fiscal jefe de la provincia de Brescia, al que le aplicaron medidas cautelares.
Entre los investigados en este caso también está Claudio Galimberti, un líder histórico de los radicales del Atalanta, conocidos por ser especialmente exaltados. Hace un par de años 143 hinchas de este equipo fueron juzgados por protagonizar una serie de episodios violentos en 2010, después de que el Ministerio del Interior impusiera mayores controles de identidad en los accesos a los estadios.Nuevos incidentes, a pesar de las medidas de seguridad
Durante años los ultras camparon a sus anchas en los estadios italianos. Aunque el estrechamiento del cerco judicial y el aumento de las medidas de seguridad -como la celebración de los partidos más calientes antes de que caiga la noche- ha conseguido rebajar la temperatura en las curvas.Pero muestra de que los cabecillas de las gradas aún tienen poder es el caso del Olímpico de Roma. Las autoridades municipales ordenaron en 2014 el levantamiento de mamparas para aislar a los ultras y tanto los de la Roma como los de la Lazio -enemigos acérrimos- comenzaron a boicotear los partidos de sus respectivos equipos. Tras meses de negociaciones, la Delegación del Gobierno aceptó rebajarlas, aunque a los tiffosi no les sirve. O se retiran o algunos grupos de incondicionales no volverán a pisarlas.
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