José Antonio Varela (San Sebastián, 1959) fue jefe de la Ertaintza desde 2009 hasta 2012 y en la actualidad ostenta la jefatura de coordinación general de infraestructuras críticas de la Policía Autonómica vasca. Durante estos días se encuentra en Gijón para participar en el I Congreso Internacional organizado por la Asociación de Jefes y Mandos de la Policía Local del Principado de Asturias, donde hoy ofrecerá una charla sobre 'Grandes eventos y prevención en los espectáculos deportivos'.
-¿Cómo ha cambiado la organización de los protocolos de seguridad con el reciente escenario del yihadismo en Europa?
-Ha cambiado de una forma muy importante porque hasta ahora todas las tragedias de la historia habían tenido lugar dentro de los estadios y se había trabajado en ese sentido en las últimas décadas, como control de accesos y dispositivos de vigilancia, entre otros muchos. Ha habido una mayor concienciación del interior y ahora nuestro principal reto es mejorar la seguridad fuera de los campos.
-Gijón registró este mes graves incidentes antes del derbi entre el Sporting y el Oviedo. ¿Cómo se trabaja para erradicar la violencia en torno al fútbol?
-Estoy al tanto de los últimos incidentes enmarcados en el movimiento ultra, de hecho este lunes y martes tuvimos una reunión de coordinadores en la Oficina Nacional del Deporte, a la que acuden directores de seguridad de los clubs y directores de la Liga, entre otros, y uno de los puntos que se están mirando con mucho detenimiento son los incidentes ocurridos en Gijón. Existe un informe de la Abogacía General del Estado en relación a anteriores altercados y se tomarán medidas contundentes respecto al tratamiento de este tipo de grupos radicales. del movimiento ultra. Lo llamativo de este último episodio es que los incidentes se produjeron con la llegada del autobús del mismo equipo y no con la hinchada contraria, por lo que la Policía no tenía ningún dispositivo en ese punto porque, normal, no era lo esperado.
-¿Los clubes colaboran a la hora de poner fin a este tipo de problemas que se repiten en el tiempo?
-Los clubes se están empezando a concienciar del fenómeno ultra, que no es más que el iceberg de un problema más global. La inmensa mayoría de los grupos ultras están relacionados con ideologías radicales. Existe toda una regulación en cuanto al control de seguidores, control de venta de entradas, el libro de registro de los clubs... Además, desde la asociación Aficiones Unidas, que engloba a 10.000 peñas de todo el país, hacen una tarea muy importante para garantizar la seguridad.
-¿El fenómeno ultra va a más?
-El movimiento ultra es muy llamativo y causa problemas, pero la inmensa mayoría de aficionados quiere tranquilidad, paz y disfrutar del espectáculo. No delinque el grupo en sí, delinquen individuos concretos que lo conforman y a partir de un determinado número de delitos es cuando se puede calificar al grupo de violento.
-Son varios los clubs que han expulsado de sus estadios a los aficionados más radicales. ¿Podría ocurrir lo mismo con los Ultra Boys?
-Se pueden llegar a prohibir los grupos por una concatenación de sanciones y por decisión de la Comisión Nacional. Ya han sido prohibidos grupos radicales como los Bucaneros, Biris, Riazor Blues o Frente Atlético. No se puede hacer por parte del club ninguna relación en positivo con ellos.
-La Comisión Antiviolencia ha propuesto para sanción al Sporting por los cánticos de 'Puta Oviedo, puta capital' en el Fondo Sur. ¿Es excesivo?
-Cualquier tipo de expresión racista o xenófoba debe ser erradicar de raíz. Se ha reducido mucho con la aplicación de la ley, que es un instrumento esencial para atajar este tipo de conductas. Si permites que continúe va a ir a más. Y en cuanto a los incidentes previos a ese partido lo que tienen que hacer es reaccionar al club y cortar de raíz este de tipo de actos, ya que, como he dicho, lo preocuante es lo que subyace de estos grupos ultras: expresiones de violencia propias de una determinada ideología radical.
-¿Qué opina de la actuación de los Mossos respecto al 1 de octubre?
-Lo único que puedo decir al respecto es que tengo muy buenas amistades entre altos cargos de los Mossos y que me parece que es una posición muy delicada y que, desde luego, no tengo ninguna duda en absoluto que van a cumplir la ley. El credo de la Policía es la ley. Lo que ocurre que existe un clima de mucha tensión y existen muchas presiones. Se están moviendo en un escenario que no es el normal, de mucha tensión.
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