Una de las historias que más suelen contar los artífices del Espacio Memorial del Vicente Calderón cuando se les pregunta por las anécdotas de los atléticos enterrados en el estadio es la del forofo que pidió que la urna con sus cenizas estuviera colocada al revés que el resto. Así estaría perfectamente posicionado para ver los goles que su equipo marcara en el campo, dejó dicho entre sus últimas voluntades. Mañana a las 20.45 horas el Atlético de Madrid inaugurará el Wanda Metropolitano enfrentándose al Málaga y los restos de este aficionado estarán tal y como él dispuso, mirando al terreno de juego, pero a 10 kilómetros de distancia, en la otra punta de Madrid, y en un campo vacío.
El Wanda Metropolitano se estrenará sin que la mudanza esté completamente terminada y entre los departamentos que han quedado aún atrás, en el viejo Vicente Calderón, está el espacio que alberga las cenizas de aquellos aficionados que juraron amor al Atleti hasta después de la muerte y adquirieron un hueco en el columbario con que cuenta el equipo colchonero.
Este diario ha preguntado a los servicios de prensa del Atlético sobre qué va a suceder con las urnas depositadas en el llamado Memorial y cuándo está previsto su traslado al Wanda, si así fuera. Desde el departamento de comunicación del equipo nos transmiten que «el Wanda sigue en obras y no se ha tomado decisión alguna sobre traslado [de las urnas funerarias]», y se excusan por no poder dar más detalles la semana en la que han estado «desbordados» por el partido de Champions en Roma y, sobre todo, la inauguración de mañana.Algún allegado de personas cuyos restos reposan en elMemorial del Vicente Calderón, sin embargo, que cuando han preguntado por el traslado de sus urnas al nuevo estadio, el Atlético de Madrid les ha explicado que efectivamente serán llevados al Wanda Metropolitano cuando se habilite allí un recinto para ello.
Se les ha anunciado también que es posible que no se admitan nuevas urnas funerarias, es decir, que no se atienda a las personas que ya tienen reservado un hueco, lo que indicaría que el negocio de los cementerios en los estadios de fútbol quizás no sea tan rentable como se pensaba.
El Espacio Memorial Vicente Calderón fue presentado oficialmente en octubre de 2008 como un espacio único en el mundo, símbolo de modernidad. Lo ideó la empresa Geim Sports para dar una alternativa a aquellos aficionados que pedían que sus cenizas se esparcieran en el césped y fue el primero de estas características en España.
Está ubicado en lo que fue el antiguo gimnasio del estadio, justo bajo las gradas del fondo Sur y tiene una extensión de 600 metros cuadrados que se reparten entre la capilla, un enorme vestíbulo y el espacio que finalmente alberga las urnas.
Las paredes están cubiertas por mosaicos gigantes con escenas míticas de la historia del club. Desde la primera alineación que tuvo el Atlético de Madrid a la imagen de la plantilla de aquel equipo que capitaneaba Simeone como jugador en 1996 y que consiguió el único doblete Liga y Copa de la historia del equipo. Estos murales están compuestos por piezas cuadriculadas que son en realidad pequeñas puertas, tras las que se albergan las urnas.
Los interesados, según anunció el club tras la presentación, podían adquirir una urna individual, una doble e incluso un pack de cuatro o más para toda la familia. Los precios, en función de la modalidad, oscilarían entre los 1.500 y los 4.000 euros por la adquisición de un hueco, a lo que habría que añadir entre 50 y 150 euros anuales por el mantenimiento. El Atlético de Madrid no ha facilitado a este diario el número de urnas funerarias que hay actualmente en el estadio del Manzanares y las últimas cifras de las que disponemos datan de hace tres años -seis después de la inauguración- cuando se hablaba de un centenar ocupadas y de otras 200 reservadas.
Quizás los artífices del Memorial Vicente Calderón fueron excesivamente optimistas en sus previsiones, ya que dispusieron 4.210 urnas.Una de ellas albergan las cenizas de Miguel San Román, quien fue portero del Atlético de Madrid en la década de los 60 y que falleció en noviembre de 2015 y había dejado dicho que quería ser incinerado y que sus cenizas fueran trasladadas al entonces feudo colchonero. Pese a que ya no se disputen partidos en el Calderón, su Memorial sigue abierto para que los familiares que lo deseen lo visiten.
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