Finalmente han sido doce los integrantes de Ultra Boys detenidos por los altercados ocurridos en las inmediaciones de El Molinón el pasado sábado, justo antes de que comenzase el derbi entre el Sporting y el Oviedo. Todos ellos pertenecen al grupo radical de aficionados al equipo rojiblanco. Los incidentes se produjeron cuando el autobús del conjunto local se aproximaba al estadio. A la altura de la rotonda situada junto a la esquina de la Tribunona con la grada norte, se desató una batalla campal entre aficionados y policías. No se esperan más detenciones
Los agentes intervinieron para despejar el camino al autobús, que rodeaban los ultras con ánimos exaltados. Ante la actuación policial, los hinchas respondieron con una lluvia de objetos, que incluía desde botellas a vallas de contención. Precisamente, uno de los detenidos es el joven que arrojó una barrera a los policías. Como consecuencia de la agresión, ocho agentes resultaron heridos, «lesiones producidas por quemaduras y por el impacto de diferentes objetos lanzados por los aficionados», según fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Asturias. Las detenciones se llevaron a cabo en sus lugares de residencia: Gijón, Langreo, Cudillero, Luarca y Toledo. Según fuentes policiales, todos ellos pertenecen a Ultra Boys y tienen antecedentes por hechos similares.
Con estas doce personas, la Policía da por cerrada la investigación y no espera más detenciones. Los arrestados pasarán mañana a disposición judicial. Por el momento, permanecen en la Comisaría de Gijón.
Independientemente de las detenciones, las unidades policiales continúan trabajando en la aplicación de la normativa reguladora de los espectáculos deportivos y, como consecuencia, ya han tramitado, al menos, quince propuestas de sanción por la aplicación de la Ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte. No se descarta que esta cifra aumente con el avance de las pesquisas. Los altercados ocurridos antes del partido entre el Sporting y el Oviedo también fueron muy criticados por la Alternativa Sindical de Policía, que tachó de «caos» el dispositivo desplegado con motivo del derbi asturiano, que estaba «mal gestionado y era evidentemente escaso», lo que puso «en grave riesgo» la integridad de los agentes allí personados.
«Observamos con preocupación cómo un reducido grupo de policías se veían superados por un gran número de seguidores radicales que, lejos de vivir un espectáculo de forma festiva y alegre, se dedicaron a agredir a los compañeros que allí se encontraban y todo ello, entendemos, debido a la insuficiente presencial policial», manifestó un portavoz del sindicato. La principal crítica de esta organización es que, en ningún momento, se comisionara a las Unidades de Intervención Policial (UIP) -conocidas popularmente como antidisturbios-, «situadas a escasos doscientos metros, pese a las peticiones de apoyo de los compañeros que estaban siendo machacados a pedradas, botellazos...».
Quemaduras en el rostro
Para la Alternativa Sindical de Policía, el resultado es que «la mala gestión ante un encuentro de tan alto riesgo y la falta de resolución del jefe de la Unidad de Intervención» se ha saldado con cuatro policías «seriamente lesionados (uno de ellos con quemaduras en el rostro)». El sindicato también quiso felicitar a la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) y al Grupo de Atención al Ciudadano de Gijón que, incluso con agentes de prácticas, «aguantaron el aluvión de agresiones sin desfallecer». Enhorabuena que el colectivo extendió a la UPR de Oviedo.
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