Bajo una tórrida solana, el Celta recibió en sus dos primeros partidos de Liga a Real Sociedad y Alavés. Era media tarde y el calor invitaba más a visitar las playas cercanas a Balaídos que un estadio en obras en el que su principal graderío carece a día de hoy de una cubierta. Aún así acudieron 16.961 aficionados al primer partido y 17.384 al segundo, en el peor de los casos 300 por encima de la media de asistencia de la campaña pasada. No, en todo caso, suficiente para la Liga de Fútbol Profesional, que ha comunicado al club gallego que le sancionará porque la grada de Tribuna, la que está enfrente de las cámaras de la retransmisión televisiva, no llegaba al aforo mínimo del 75% exigido por la reglamentación aprobada por los clubes. Es decir, había más público del habitual en Balaídos, pero su ubicación no era la correcta para el desvelo de la Liga de mostrar un pretendido amplio seguimiento in situ de sus partidos. El plan de la entidad que presidente Javier Tebas es ofrecer el mejor producto televisado posible para los espectadores de todo el mundo y hacer crecer el valor de la Liga como marca en competencia con la Premier.
La normativa para la retransmisión televisiva entró en vigor la temporada pasada, pero durante toda esa campaña se aplicó con carácter formativo. La del Celta es la primera multa en Primera División y llega cuando no solo no se han aprobado los cambios en la reglamentación previstos para este ejercicio sino que ni siquiera se ha determinado por la asamblea de clubes la cuantía de las sanciones. El catálogo de sorpresas no acaba ahí porque a pesar de disponer, gracias a los tornos en las entradas de los estadios, de los aforos y las afluencias de espectadores a cada grada, las propuestas sancionadoras parten de la inspección visual que realizan los dos directores de partido que envía la Liga a cada coliseo. Para educar el ojo de buen cubero recurren al menos a imágenes de televisión de la unidad móvil y fotografías tomadas por ellos a partir del minuto 30 de cada encuentro.
El Celta podrá recurrir la sanción y aportar, si lo desea, los datos recogidos por los tornos, pero su primera reacción ha sido la de rebajar el precio de las entradas de cara al partido que le enfrenta al Getafe este jueves. Si en los dos primeros partidos estaban entre 50 y 20 euros ahora pasan a costar entre 40 y 15. En todo caso entre las variaciones en la reglamentación que están a punto de aprobarse se determina que los encuentros que se jueguen entre lunes y viernes no estarán sujetos a una posible sanción, y tampoco aquellos en las que las condiciones meteorológicas sean especialmente adversas, detalle sobre el que hizo especial hincapié el Deportivo, cuya grada más visible por el tiro de cámaras está descubierta. Para aquellas zonas que no se pueden cubrir por motivos de seguridad, la Liga ofrece ayudas a los clubes para cubrirlas con lonas.
La Liga presume de los datos de asistencia a los estadios durante la temporada pasada, cuando los campos acogieron a 14.052.123 espectadores, 40.000 más que la campaña anterior. En Primera División, el porcentaje fue de un 71,51% de asistencia a los estadios, se batió el récord histórico de abonados (7.745.128) y de venta de entradas (1.916.765). El Camp Nou, el Bernabéu y el Calderón fueron los recintos más llenos. El Celta se situó en 15ª posición.
En todo caso, el episodio pone sobre la mesa la necesidad de los clubes de cambiar ciertas conductas para poder cumplir con la reglamentación que han pactado. Los abonos vendidos a precio de tarifa se computan a efectos de la Liga como asientos ocupados. O lo que es igual: no habría multa si una grada cuyo aforo está cubierto por socios lucisese vacía. El abono de Tribuna del Celta costaba hace dos años 614 euros y ahora se paga a 693. El verano pasado recibió numerosas críticas por parte de sus aficionados cuando dio a conocer que el precio de los carnets sufría un incremento de entre el 10 y el 17%, el mayor desde el último ascenso a Primera. La asistencia de público al estadio se resintió a pesar de la excelente campaña del equipo. En el recuento final, Celta (42%) y Espanyol (50,3%) son los clubes que más butacas libres dejaron de media la última temporada, lejos del 12% que no ocupó el Leganés o el 13,5% del Real Madrid.
La otra variación que se avecina es la que obligará a los clubes a tomarse, ahora sí, en serio la necesidad de reubicar a sus aficionados para que se les vea en la llamada “U televisiva”, la zona del campo que se por televisión, en el perímetro tras el que se sitúan los anuncios luminosos que rodean el césped. El aficionado que va a los estadios alcanza así el estatus de figurante. Y nadie puede alegar que las entidades no estaban avisadas porque en la reglamentación aprobada hace un año se incide en la importancia de ocupar las gradas visibles a través de las retransmisiones y se apunta de manera textual: “La Liga recomienda encarecidamente ubicar a los abonados y público asistente prioritariamente entre córner y córner de la grada opuesta a la posición de la cámara principal”. En el caso del Celta, la bancada con menor asistencia de aficionados, la más cara además, es justo la que se percibe a través de las cámaras, que se ubican en la más poblada.
El conjunto gallego recibió ingresó la temporada pasada 53,3 millones de euros por derechos televisivos, lo que le situó en la 12ª posición entre los clubes de Primera. Una parte de sus próximos beneficios será para pagar la multa por dejar demasiados asientos vacíos a los ojos de la cámara.
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