La sección sindical de CC OO en la Policía Foral, en colaboración con la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CC OO en Navarra, y los Sectores Autonómico y Local de la Federación de CC OO, reunió el viernes en Pamplona a casi un centenar de profesionales de la seguridad de Navarra en torno a la primera jornada sobre la violencia en el deporte que ha organizado este sindicato.
Se trataba de abordar un fenómeno social preocupante, no exclusivo de nuestro país y que es necesario afrontar desde muchas perspectivas sociales y, entre ellas, la policial, según se indicó.
La cita la inauguró el delegado del Gobierno en la Comunidad foral, José Luis Arasti Pérez, que agradeció la importante afluencia de policías locales, autonómicos y estatales, profesionales de la seguridad privada, miembros de la abogacía, de la Federación Navarra de Fútbol y estudiantes de la Facultad de Ciencias Jurídicas.
Arasti puso el énfasis en el trabajo que desde los poderes públicos se ha hecho y se hace para controlar el correcto desarrollo de espectáculos deportivos, al tiempo que ha recordado que la intolerancia hacia el contrario está en el ADN de muchos de los comportamientos reprochables jurídicamente que se ven en distintos campos de fútbol, independientemente de su categoría.
La jurisprudencia tanto del Tribunal Europeo de Derechos Humanos como del propio Tribunal Constitucional ha puesto el énfasis en el hecho de que la intolerancia siempre es hacia lo diferente. Es la tesis que defendió Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia y conocido defensor de quienes sufren el acoso, el hostigamiento y la violencia por el mero hecho de ser diferentes de sus agresores.
Los delitos sobre las personas por lo que son siempre implican esa intolerancia, y los casos de violencia en el deporte en general, y en el fútbol en particular, son un claro ejemplo de ello.
EN LA VANGUARDIA DE EUROPA
Ibarra ha recordado que España está a la vanguardia europea en la lucha contra este fenómeno violento. Sin embargo, y aunque el camino emprendido hace años ha empezado a dar sus frutos, lo cierto es que todavía queda mucho por hacer.
El Estado tiene que hacer cumplir la ley, y hoy no se está cumpliendo escrupulosamente la Ley del Deporte. El caso vivido en Bilbao el año pasado, con el fallecimiento del ertzaina Inocencio Alonso, y los numerosos casos de enfrentamientos entre hinchadas de distintos equipos de fútbol, pone el objetivo en el cambio de tendencia que se está dando en algunos campos de juego.
Se ha pasado del hooliganismo a la guerra de guerrillas, y ahí las personas que tienen como función la protección de los derechos y libertades de la ciudadanía tienen mucho que decir y hacer. Eso sí, con los instrumentos y el Estado de derecho a su disposición.
También relató Gabriel Trejo, experto en violencia urbana del Movimiento contra la Intolerancia, y con más de 30 años de experiencia como policía en la Comunidad de Madrid, la visión policial que se ofrece ante la violencia de los grupos ultras.
ATENTOS AL LENGUAJE
La palabra siempre precede a la acción, y desde un punto de vista policial siempre hay que estar atento a ese lenguaje que nos rodea y que, en muchas ocasiones, por falta de formación, concienciación o efectivos, pasa desapercibido.
Recordó también a los presentes que el fútbol es un negocio muy rentable, y que el 80% del despliegue de seguridad que se realiza en el deporte tiene que ver con este. Trejo hizo un repaso de los distintos grupos ultras que hoy inundan los campos de fútbol. Algunos de ellos están identificados como tal por la Comisión Nacional de Violencia en el Deporte. Sin embargo, otros no, y los hay.
A continuación, se ofreció una visión de las recomendaciones y normativa europea, así como del marco de actuación de los distintos grupos ultras en Europa. Àngels Bosch, presidenta de la Confederación Europea de Seguridad (EuroCop), resaltó la importancia de la cooperación entre los distintos países para frenar este tipo de violencia radical y ultra que actúa indiscriminadamente en muchos campos de fútbol europeos.
Bosch ha animado a las instituciones a que inviertan en la propia seguridad de las personas que desempeñan la profesión policial, y que la formación sea un pilar imprescindible y continuo en los planes formativos de su capital humano.
EL PAPEL DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Por último, Gustavo Galarreta, experto en seguridad y persona muy relacionada con los medios de comunicación, mostró a los asistentes el importante papel que estos juegan en el universo del deporte.
El lenguaje que se utiliza en la prensa, en las radios, en la televisión es, en muchas ocasiones, el más idóneo para que las conductas violentas en los estadios deportivos “campen a sus anchas”. Un exquisito cuidado con el tipo de expresiones se le antoja imprescindible para que el público no acuda a estos eventos con más adrenalina de la necesaria. Es importante “mojarse ante la violencia en el deporte”.
Es necesario que todas aquellas personas que contribuyen a que espectáculos de este tipo puedan ser fuente generadora de conflictos violentos den un paso atrás, y que se modere el tratamiento que del fútbol se hace en los medios de comunicación.
La realidad que rodea a la violencia en el deporte es poliédrica, tiene muchas caras: fuerzas de seguridad pública, cuerpos de seguridad privados, clubes de fútbol, empresas, sindicatos, organismos como el Movimiento contra la Intolerancia... Se ha avanzado mucho, pero aún existe un déficit importante. Es necesario abanderar el principio de legalidad, aplicando las leyes como debe ser.
FORMACIÓN Y EDUCACIÓN
La formación y la educación en valores tienen que jugar un papel importante en nuestra sociedad. Necesitamos una mirada actual, moderna, democrática y legal. La aceptación de la existencia del delito de odio ayudará a conseguir esa mirada.
El broche final lo ofreció el decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Pública de Navarra, José Francisco Alenza García, que animó a los presentes a continuar en esta senda, al tiempo que ofreció todo el apoyo y la colaboración de este centro docente.
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