Once detenidos y millonarios daños a la propiedad dejó el violento enfrentamiento entre hinchas de los clubes de fútbol Municipal Iquique y San Marcos de Arica, tras finalizar el partido, donde empataron a un gol, en el estadio "Tierra de Campeones".
El partido se disputó a partir del mediodía, pero ya a las 9.30 horas, cuando llegaron dos microbuses con hinchas ariqueños, hubo escaramuzas y apedreos entre ambas barras.Los hinchas más extremos de Iquique habían prometido agredir a los "llamos" (mote dado a los ariqueños) en venganza al apedreo que sufrieron en el primer partido inaugural de la "Primera B", donde Iquique ganó 3-1 y los dos mil hinchas que viajaron hasta Arica recibieron una lluvia de piedras en el estadio Carlos Dittborn. Debido a ello, Carabineros consideró el encuentro de alto riesgo y destinó a 100 efectivos y carros lanzaaguas para el encuentro.Cuando faltaban cinco minutos para el final, el locutor del estadio avisó a la barra de Arica (unas 120 personas) que sus buses estaban listos para que abandonaran el recinto.Sin embargo, los hinchas no se movieron y cuando el árbitro Carlos Ulloa dio el pitazo final comenzó la batalla campal entre ambas barras.Los ariqueños huyeron en medio de piedras, golpes, escupitajos e insultos.
La policía intervino y cubrió su salida, por lo que terminó enfrentándose con vándalos locales que lanzaron piedras a los uniformados, casas y autos del sector. Carabineros respondió lanzando bombas lacrimógenas, pero el viento llevó el gas irritante por sobre el estadio donde aún quedaban adultos y niños, quienes comenzaron a asfixiarse y tuvieron que refugiarse en los camarines.
En total hubo 11 detenidos. Todos quedaron en prisión preventiva por los delitos de daños y desórdenes.El fiscal Hardy Torres realizará hoy el control de detención y aplicará la Ley de Violencia en los Estadios.
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