Los dueños del Liverpool, enfrascados en una agria lucha de poder, recibieron una advertencia el martes durante una ceremonia para recordar la peor tragedia en la historia del club inglés.
Liverpool se unió el martes, sin sus dueños Tom Hicks o George Gillett Jr., para conmemorar el 19 aniversario del desastre del estadio Hillsborough, donde 96 hinchas del equipo fallecieron aplastados durante un partido por las semifinales de la Copa FA contra Nottingham Forest.
La tragedia provocó cambios radicales en el fútbol inglés, entre ellos la obligación de que todos los estadios tuvieran asientos y más adelante se forjaron lucrativos contratos de televisión.
"De repente el fútbol se convirtió en una idea lucrativa y muy atractiva para los inversionistas extranjeros", dijo Phil Hammond, director del Grupo de Apoyo Familiar de Hillsborough. "Esos inversionistas extranjeros se arriesgan a olvidar el alto precio que pagamos".
Hammond, cuyo hijo de 14 años murió en la tragedia, hizo referencia a las expresiones de Hicks de la semana pasada pidiendo la renuncia del director ejecutivo del club, Rick Parry, a pesar de la oposición de Gillett.
Liverpool tiene previsto jugar contra Celtic un partido amistoso el próximo año, en el aniversario 20 de la tragedia.
"Esperamos que (el partido) se juegue en Anfield", dijo Hammond. "Nos reunimos con Rick Parry hace un par de semanas y dijo que el club Liverpool le da su apoyo total. Esperamos que en esta ocasión los dueños respeten y reconozcan el hecho que nuestros seres queridos pagaron el máximo precio por su amor al club de fútbol Liverpool".
Los dueños estadounidenses decidieron no acudir a la solemne ceremonia para evitar que su lucha de poder fuera una distracción.
"Obviamente este es un día importante del año para todos los que están vinculados con nuestro club", dijo el técnico español Rafa Benítez. "Tenemos que sacar tiempo para recordar a los que perdieron sus vidas en Hillsborough y para estar hoy con sus familiares y amigos. Tenemos que apoyarlos y demostrarles que pensamos en ellos".
Liverpool se unió el martes, sin sus dueños Tom Hicks o George Gillett Jr., para conmemorar el 19 aniversario del desastre del estadio Hillsborough, donde 96 hinchas del equipo fallecieron aplastados durante un partido por las semifinales de la Copa FA contra Nottingham Forest.
La tragedia provocó cambios radicales en el fútbol inglés, entre ellos la obligación de que todos los estadios tuvieran asientos y más adelante se forjaron lucrativos contratos de televisión.
"De repente el fútbol se convirtió en una idea lucrativa y muy atractiva para los inversionistas extranjeros", dijo Phil Hammond, director del Grupo de Apoyo Familiar de Hillsborough. "Esos inversionistas extranjeros se arriesgan a olvidar el alto precio que pagamos".
Hammond, cuyo hijo de 14 años murió en la tragedia, hizo referencia a las expresiones de Hicks de la semana pasada pidiendo la renuncia del director ejecutivo del club, Rick Parry, a pesar de la oposición de Gillett.
Liverpool tiene previsto jugar contra Celtic un partido amistoso el próximo año, en el aniversario 20 de la tragedia.
"Esperamos que (el partido) se juegue en Anfield", dijo Hammond. "Nos reunimos con Rick Parry hace un par de semanas y dijo que el club Liverpool le da su apoyo total. Esperamos que en esta ocasión los dueños respeten y reconozcan el hecho que nuestros seres queridos pagaron el máximo precio por su amor al club de fútbol Liverpool".
Los dueños estadounidenses decidieron no acudir a la solemne ceremonia para evitar que su lucha de poder fuera una distracción.
"Obviamente este es un día importante del año para todos los que están vinculados con nuestro club", dijo el técnico español Rafa Benítez. "Tenemos que sacar tiempo para recordar a los que perdieron sus vidas en Hillsborough y para estar hoy con sus familiares y amigos. Tenemos que apoyarlos y demostrarles que pensamos en ellos".
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