Cualquier cartel que pretendan mostrar los aficionados en un estadio italiano deberá estar aprobado por las autoridades e incluido en una lista oficial. El objetivo de la medida es reducir los casos de violencia en las gradas, una de las lacras del deporte del país: sólo la temporada pasada se registraron 107 partidos en todo el territorio trasalpino en los que algún espectador acabó herido.
El Observatorio Nacional de las Manifestaciones Deportivas, órgano dependiente del Ministerio del Interior, será la entidad encargada de evaluar y, en su caso, autorizar la presencia de una determinada pancarta entre el público que asista a ver un partido de cualquier categoría. El reglamento controlará cualquier aspecto relativo al rótulo: desde su tamaño hasta las palabras escritas en él, pasando por el grupo de hinchas al que representa o incluso la zona del estadio en que se podrá situar.
La norma se aplicará tanto en los partidos en casa como en los que se jueguen a domicilio. De hecho, ésta podría haber sido una de las principales motivaciones para crear el registro: hasta ahora, la burocracia para solicitar permiso para colgar un striscione en campo ajeno era muy compleja; ahora bastará con comprobar que aparece en la lista oficial, disponible en el sitio web del Observatorio.
A fecha de ayer miércoles había registradas 350 peticiones de 41 equipos, pertenecientes a Serie B y a Lega Pro (antigua Serie C). De ellas, hasta el momento se han aprobado las correspondientes a nueve equipos, cuatro de ellos de B: Bari, Brescia, Crotone y Empoli. Se espera que las de Serie A se incluyan antes del regreso de la competición tras el parón por los compromisos internacionales, previsto para el 15 de septiembre.
La medida se integra en las que está llevando a cabo el gobierno italiano con el fin de reducir la violencia en los estadios, un problema que, tradicionalmente, ha afectado mucho al fútbol italiano. Indudablemente, los planes están siendo efectivos: desde que se pusieron en marcha, en 2006 (año del fallecimiento del policía Filippo Raciti durante los disturbios del derby Catania-Palermo), el número de encuentros en los que hubo heridos pasó de los 208 de aquel año a los 107 de la temporada pasada. También ha bajado el número de personas heridas, sean civiles (de 261 a 123) o, sobre todo, pertenecientes a las fuerzas del orden (66 frente a 510).
Las opiniones entre los aficionados son muy variadas. Algunos aplauden la idea, ya que consideran que contribuirá a disminuir aún más los altercados entre hinchadas y garantizará poder acudir al fútbol en un clima de seguridad. Para otros, sin embargo, se trata de un atropello a la libertad de expresión de los aficionados, y más en un país como Italia, donde la cultura del striscione está muy extendida y es tradicional que los partidarios de uno y otro equipo se lancen mensajes satíricos o hirientes a través de la cartelería, o incluso que la usen para expresar su opinión sobre la marcha de su propio club. En todo caso, la decisión del Observatorio parece irrevocable, y está previsto que entre en vigor la próxima jornada de liga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario