Puede que se trate de un secreto a voces, pero hasta la fecha pocos han sido los que se han atrevido a desvelar con todo lujo de detalles la relación entre un club de fútbol y sus seguidores ultras. Los mentideros hasta la fecha hablaban de financiación bajo cuerda, adjudicación de entradas de manera gratuita, influencia directa en la toma de decisiones de los mandatarios… En definitiva, una serie de privilegios a cambio de ser los hinchas más ‘fieles’. Desde ayer sabemos que lejos de ser una leyenda, se trata de una triste y peligrosa realidad. El encargado de tirar de la manta ha sido Cristóbal Soria, hasta hace poco delegado del Sevilla y ya fuera de la entidad hispalense a petición de su presidente José María del Nido.
Quizá por ello, Soria se animó ayer a poner en entredicho la lucha del mandatario sevillista contra el grupo violento que gobierna los Biris, el grupo radical del Sevilla. El ex delegado del primer equipo lanzó –en Radio Marca- una andanada que descubre a las claras cómo era el trato hasta hace meses de la directiva con el grupo que ahora quiere erradicar: “Yo tengo un e-mail de un directivo de 400.000 euros al año en el que me amenazaba con multarme con cinco mil euros porque en algún partido puntual no fui capaz de llevar a los jugadores a que saludaran expresamente a los ‘Biris’ al finalizar el encuentro. Así de importante eran los ‘Biris’ a los que ahora se les llaman violentos”.
Cristóbal Soria también ironizó sobre la lucha contra los ‘Biris’ y la violencia que está abanderando Del Nido: “Los Biris han tenido entradas de favor y trato de favor de este consejo hasta hace dos telediarios. Tanta importancia han tenido hasta en lo deportivo, que nosotros no elegíamos en el sorteo atacar en la segunda parte en la grada de los Biris, por su animación. Esto lo he vivido yo en primera persona, no me lo cuenta nadie “. Soria, por si había dudas, defendió que se “luche contra los violentos. No es bueno para el fútbol”. Las palabras de Cristóbal Soria no son más que la constatación de cómo desde los clubes se da poder a los grupos radicales pese a conocer su historial violento y perjudicial para el nombre de la entidad.
Más casos en el fútbol español
Claro que el Sevilla no es el único club en España que ha auspiciado a grupos radicales y se ha amparado ellos para superar momentos críticos. Así y como desveló en su momento El Confidencial, la relación de los dirigentes del Atlético de Madrid con Frente Atlético ha sido siempre más que directa. Tanto, que Miguel Ángel Gil se ha reunido en varias ocasiones con los ultras para pedirles que no cargaran las tintas contra Enrique Cerezo con sus cánticos en los partidos en el Calderón. A cambio les ofreció prebendas y facilidades para los desplazamientos en la Europa League y la Liga. Todo en el arranque de la temporada 2009-10.
Tampoco el Real Madrid es ajeno al trato de favor con sus radicales. Desde el primer equipo las muestras de cariño con los Ultra Sur han sido repetidas. Las últimas, las de Mourinho ensalzando su buen hacer animando al equipo durante los partidos y poniéndoles de ejemplo para el resto de los aficionados que religiosamente acuden al Bernabéu. También cuentan con ayudas del club para los desplazamientos como desveló el pasado mes de abril el diario de Navarra tras la visita del Real Madrid a Osasuna. Según este diario, los radicales blancos accedieron al campo rojillo con entradas pertenecientes al paquete de localidades facilitado por el club rojillo al club presidido por Florentino Pérez.
El poder de estos grupos radicales llega a tal extremo que, como ha sucedido recientemente en el Espanyol, son ‘invitados’ a mantener encuentros con los jugadores cuando las cosas van mal. Una medida de presión que de manera encubierta utilizan desde las altas instancias de los equipos, aunque lo nieguen sistemáticamente. Todo hasta que alguien, como ha sido el caso de Cristóbal Soria, da un paso al frente y desenmascara la relación oculta de los clubes con estos grupos radicales.
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