Un aficionado del FC Barcelona ha admitido ante el juez que lanzó una o dos bengalas en el estadio Lluís Companys del RCD Espanyol en 2008 que hirieron a aficionados pericos y ha exculpado a los otros cuatro procesados que este martes también se han sentado en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal 1 de la Ciudad de la Justicia.
"Lo que me sabe mal es que me siento mal por haberles arrastrado por estar a mi lado (sentados)", ha lamentado Àlex C., que ha admitido vergüenza y ha recordado que, tras dos días en prisión preventiva envió, una carta mostrando su arrepentimiento que publicó un diario catalán.
El resto de encausados, Eduard C., Guillem C. --hermano de Àlex--, Guillem V. y Marc M., vecinos de Girona de unos veinte años y que se enfrentan a cuatro años de prisión, han negado que lanzaran bengalas o participaran en la acción --encubriéndose o pasándose una bolsa con los artefactos--, además de coincidir en que las bengalas venían de detrás y por encima suyo, sin aludir a quien se ha inculpado, para quien el fiscal pide la misma pena.
Los hechos ocurrieron el 27 de septiembre de 2008 en el derbi Espanyol y FC Barcelona, cuando algunos aficionados ubicados en la 'jaula' de la segunda gradería --por seguridad separada con un vallado de la afición local--, empezaron a lanzar objetos y artefactos pirotécnicos hacia simpatizantes del equipo contrario, entre los que había familias con abuelos y niños.
Ello provocó "un estallido de violencia" por parte de aficionados del Español que intentaron acceder al terreno de juego y obligó a interrumpir durante 10 minutos el partido y, cuando se reanudó se lanzaron dos bengalas más que fueron apagadas a tiempo por agentes de los Mossos d'Esquadra, según la Fiscalía.
Cuando la fiscal y las acusaciones, formadas por el RCE Espanyol y el Ayuntamiento de Barcelona, le han mostrado las imágenes captadas por la cámara de seguridad en las que presuntamente aparecen los acusados, Àlex C. ha manifestado: "Está claro que las tiré sólo yo".
Así, ha explicado que ese día iba muy borracho porque había bebido varias cervezas y algún combinado, y que entró en el campo con dos bengalas guardadas en el pantalón que pasaron por alto a los agentes de seguridad en el cacheo de la entrada: "La borrachera, la euforia, el momento... No me pregunté por qué y lancé la bengala", si bien ha asegurado que era difícil que llegara a los pericos.
'Totalmente indefensos'
Uno de los testigos, que sufrió una quemadura leve en la oreja, ha afirmado que se sintieron totalmente indefensos y ha añadido que no incitaron antes a la afición barcelonista: "Es imposible provocar porque yo voy al campo de fútbol a ver el fútbol".
El entonces director corporativo de seguridad del Barça ha explicado como testigo durante el interrogatorio que los cinco procesados --han negado ser de los Boixos Nois-- no le constan en las listas de culés radicales, de los que se suele identificar a "los que se significan", aunque puede darse que no los tuvieran controlados.
Uno de los agentes que participó en la identificación de los presuntos alborotadores ha concretado que sólo vio a dos de los encausados --a los dos hermanos que se parecen físicamente-- lanzar artefactos.
El fiscal ve constitutivos los hechos de un delito de desórdenes públicos y de tres faltas de lesiones previstas --las tres personas que resultaron heridas--, por lo que ha solicitado una pena de cuatro años de cárcel, además de una multa de 900 euros.
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