El presidente expuso, punto por punto, sus intenciones en este asunto, que, lejos de hacerle vacilar, le da más fuerza. "Uno. Mi ánimo sobre diez está en diez, nada más. Dos. Yo sabía, y lo valoramos, que esto conllevaba un desgaste personal importante que estoy dispuesto a asumir, no me preocupa en absoluto. Tres. Pasos atrás, cero. No existe ninguna posibilidad, ni conmigo de presidente ni sin mí, de que el Sevilla dé un paso atrás. Lo dice una persona que ha estado implicado en lo bueno y en lo malo del Sevilla en los últimos 30 años y que va a estarlo en los 30 siguientes. Cuatro. Biris, sí; violentos, no, no y no", espetó subiendo de volumen un enérgico Del Nido: "La gota que colmó el vaso, que ya se había rebosado el día del enfrentamiento con el eterno rival con las avalanchas para entrar en gol norte, las bengalas y con el apercibimiento de cierre que pesa actualmente sobre el estadio, se dio en Rota. Ni un paso atrás. Y no me preguntéis más por este tema. No existe ninguna posibilidad, ni hoy, ni dentro de 20 años ni mientras yo viva, de que el Sevilla dé un paso atrás con esto. Los violentos no vuelven a entrar en el Ramón Sánchez-Pizjuán. ¿Correcto? Y ya no hablo más del tema. Ni hoy ni ningún día más".
El máximo responsable de la entidad, cuando fue preguntado por ello, pasó por alto la aparición de unas pancartas ayer en la ciudad contra él y sobre su situación personal.
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