Esto entra dentro de una mera cuestión de interpretaciones, de opiniones, de pareceres. Desde el total y absoluto respeto a la libertad individual de cada cual, la decisión de la Plataforma ADRV de no animar y pedir a la masa social rayista que secunde su postura es, cuando menos, insólita. No veo claro el beneficio, en cambio, veo mucho más clara la consecuencia. Vallecas es lo que es por su ambiente, por su espíritu, por su imagen, por esa animación constante, por ese 'tensar' la cuerda, por sus cánticos, sus pancartas -aunque no gusten a los que mandan-, sus reivindicaciones. Vallecas es lo que es por su gente. Entiendo el espíritu de la petición, aunque no comparta totalmente los medios adoptados. He coincidido, coincido y coincidiré en varias de las peticiones que realiza la Plataforma, porque cada cual es libre de pensar como quiera, siempre desde el respeto a los que no estén en tu línea de pensamiento. Básico. Eso sí, una huelga de animación no creo que sea la mejor manera de protestar, pero no porque no crea justa la reivindicación, sino porque el perjuicio es mucho mayor que el beneficio. ¿Cambiará la liga su forma de actuar con los horarios?, ¿cambiará GolTV su forma de plantear el negocio y la decisión de enviar al Rayo siempre a los últimos puestos de su parrilla de programación? No quiero decir con esto que solo se proteste cuando el objetivo sea alcanzable, no, solo creo que el resto de medidas que se están pensando desde aunar esfuerzos con otras aficiones para que todos luchen por lo mismo y no dejar de protestar por la injusticia y el atropello que la afición del fútbol en general y del Rayo en particular están sufriendo, no debería nunca ser un punto de confrontación con la animación al equipo del alma, al de tus colores, al de tu barrio, al que quieres.
Desde aquí siempre hemos defendido el derecho del aficionado del Rayo a ver a su equipo, a estar con su equipo, a poder disfrutar de aquello por lo que hace varios meses pagó y nadie le avisó que cambiaría. Nosotros también lo hemos denunciado públicamente. Está claro que el club se ha beneficiado económicamente de un planteamiento que vulnera descaradamente los intereses del abonado del Rayo y es algo sobre lo que se debería reflexionar en profundidad. Tebas dirá lo que quiera, siempre tirando para el mismo lado, Presa también creerá mucho más conveniente sumar euros a sumar gargantas, en la situación económica del club puedo entender algunas cosas, pero hasta ahí. ¿No animando se consigue algo en favor de todos los aficionados que no pueden acudir al estadio el jueves, el viernes o el lunes? La respuesta puede ser que como solidaridad no se participa de un espectáculo manipulado e injustamente modificado sin preaviso, puede, pero sigo sin verlo.
Me encantaría que en la reunión de la Plataforma de esta tarde se replanteara la postura y que la decisión fuese consensuada, debatida, digerida y aceptada, desde la base al respeto y no a la confrontación que desde otros sectores se pueda estar buscando en el seno de la afición del Rayo. El momento de crispación es elevado, lo asumo, pero aunque solo fuera por los jugadores y el técnico que, públicamente, han denunciado los horarios como el primero, la postura debería ser sopesada con mayor tranquilidad.
Si la decisión es seguir adelante, no habrá mucho más que decir, porque cada cual, en su casa, hace lo que le parece. A mí nadie me puede obligar a animar, a aplaudir, a comer pipas o a quedarme dormido en mi localidad, así que si decido no hacerlo, no estoy cometiendo ningún delito, es pura democracia y libertad. Lo acepto, aunque, no lo comparta y entienda que haya otros aficionados que defiendan su derecho a la 'no huelga' de animación.
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