Tres encapuchados persiguieron y acorralaron frente a su casa al jugador del Racing Hameur Bouazza tras el encuentro en que el equipo cántabro cayó frente al Sabadell (0-1), en la sexta derrota consecutiva del equipo.
El ambiente al acabar el encuentro era muy caldeado. Los jugadores del Racing, protegidos por el cordón de seguridad, accedían poco a poco al autocar entre insultos de un buen grupo de hinchas enojados. “Hay que echarle más h…”, les gritaron. Bouazza, al pie del vehículo, bromeaba con unos amigos. Instantes después, el autobús, con la plantilla cántabra, se desplazó hacia la ciudad deportiva de La Albericia, donde los jugadores tenían aparcados sus coches.
Bouazza tomó su vehículo, pero fue seguido por tres encapuchados, quienes a las puertas del domicilio del jugador le acorralaron y le insultaron. El futbolista les hizo frente y provocó la huida de los presuntos hinchas.
Otro grupo de aficionados también insultó y escupió al presidente del club, Ángel Lavín, en los 25 metros que recorrió desde la salida de El Sardinero hasta su vehículo.
Bouazza, francés de ascendencia argelina, llegó al Racing esta temporada tras haber desarrollado gran parte de su carrera en Inglaterra, Francia, Turquía y Chipre.
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