Hameur Bouazza, centrocampista argelino del Racing de Santander, ha denunciado ante la Policía Nacional, que tres individuos le siguieron hasta el garaje de su domicilio, donde le insultaron y amenazaron, tras el partido disputado ayer, en El Sardinero, que acabó con una nueva derrota del conjunto cántabro.
Bouazza, al salir de la comisaría de Policía, ha ofrecido una conferencia de prensa en las instalaciones de La Albericia en la que ha relatado que tres personas "con abrigos, bufandas del Racing y gorros" le siguieron hasta el interior del garaje del edificio donde vive.
El jugador ha explicado que, al bajar del coche, esas tres personas se acercaron a él profiriendo "insultos racistas". "Uno de ellos me empujó y me dijeron que sabían dónde vivía y que volverían si el equipo baja a Segunda B", ha relatado Bouazza.
Para el centrocampista es "increíble que pasen este tipo de cosas después de un partido" y ha apuntado que, aunque sabe "poco español", sí entendió los insultos de estos individuos que abandonaron apresuradamente el garaje cuando vieron que la puerta empezaba a cerrarse.
Bouazza ha declarado que, tras estos incidentes que se suman a los insultos de que fue objeto semanas atrás en el transcurso de un entrenamiento, no siente temor por lo que pueda pasarle, pero sí preocupación por la seguridad de su mujer y su hijo.
Ni en París, donde tiene su domicilio en una "zona difícil" de la capital francesa, ni en Inglaterra, donde vivió diez años, Bouazza recuerda haber pasado por una situación como la que se produjo ayer tras encajar el Racing su sexta derrota consecutiva.
Bouazza, quien no reconoció a sus acosadores porque iban con los rostros "bien tapados", ha opinado que no hay justificación para este tipo de comportamientos. "He oído que ha sido porque me he reído (fuera del estadio), pero tampoco me voy a poner a llorar, que ya no somos niños", ha afirmado.
El jugador nacido en Francia, internacional con Argelia, ha dicho que, pese a todo, se encuentra "a gusto en Santander". "He firmado por un año y no me quiero marchar", ha enfatizado Bouazza, quien espera que, tras las fiestas navideñas, se calmen los ánimos.
"Espero que sea un acto aislado, porque estas actitudes no van a hacer que el equipo vaya mejor", ha añadido el centrocampista, que ahora se propone "olvidar lo que ha pasado".
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