“Da la sensación por televisión de que hay muy poca gente en el Sánchez Pizjuán viendo el Sevilla-Málaga. ¡Un derbi andaluz merece el estadio lleno!”. Estas palabras corresponden a Gerard Piqué, que expresaba así a través de Twitter las impresiones que le transmitía el duelo disputado el pasado sábado en Nervión. Es una opinión más, como tantas otras, pero resulta cuanto menos llamativa, fiel reflejo de que la sensación actual, que dicta que la ‘Bombonera’ está perdiendo su ‘magia’, trasciende al ámbito sevillista.
Todos en el fútbol español, o casi, comparten esa percepción. ESTADIO ha querido pulsar la opinión de los diferentes equipos que han pasado en el presente curso por el coliseo blanquirrojo y se encontraron con un ambiente más frío del habitual. Y todos los jugadores consultados coinciden en que el Pizjuán siempre fue un estadio que aprieta muchísimo y que esta campaña no ejerce tanta presión.
Buena parte de culpa corresponde al conflicto entre el club y los Biris, pero también hay que tener en cuenta que la afluencia, no sólo en la grada baja de Gol Norte, ha descensido considerablemente, con entradas realmente discretas como ante el Valladolid (25.000 espectadores), el Málaga (22.000) o el Levante (20.000). En ello, el hecho de jugar más de un lunes y los tardíos horarios tienen su cuota de influencia, pero hay que hacer examen de conciencia desde la entidad. La errática marcha del equipo ha convertido lo que fue una caldera en un estadio mudo. Y urge una solución.
Desde el vestuario, por medio de Negredo, se ha lanzado un grito de auxilio en busca de ese apoyo que siempre ha caracterizado al sevillismo. De momento, sus rivales agradecen la actual situación, aunque al igual que los profesionales nervionenses, están convencidos de que los de Míchel resurgirán.
Valladolid: El central blanquivioleta Jesús Rueda, que fue de la partida en el Sánchez Pizjuán esta temporada, se sorprendió con lo despoblado de sus gradas: “Era la primera vez que iba y me lo esperaba más lleno”. Pero fue más allá en su análisis: “Es evidente que este año no están fuertes en casa, y quizá sea en parte porque los aficionados no van todos a una y hay discrepancias con el presidente”. A su juicio, lo que deberían hacer los sevillistas sería “animar como siempre y que al final cada uno muestre su enfado con quien tenga que hacerlo”. “Los equipos notan mucho si tienen 35.000 personas detrás, ya sea animándote o en contra”. Por su parte, el también central Carlos Peña, recordó que su comparecencia en Sevilla tuvo lugar un lunes, y que eso también pudo afectar. “Evidentemente, cuanto más apoya la afición, mejor se encuentra el jugador sobre el campo, eso repercute. Pasa en todos los equipos”, afirmó.“No están fuertes, en parte por eso”
Mallorca: Para quienes conocen de primera mano cómo ha rugido siempre la ‘Bombonera’, la actual situación resulta si cabe más llamativa. “Lo comentamos incluso entre nosotros. Ese partido no entraron los Biris y parecía estar en otro campo. Todos sabemos que es una afición que no para de animar y de cantar y fue muy raro todo”, recuerda el exsevillista Alejandro Alfaro, que advierte de los peligros pese a que su Mallorca salió derrotado del Pizjuán (3-2): “Ese apoyo supone siempre un plus y el equipo lo está notando. Espero que se solucione. Cuando yo estaba allí, mirabas a la grada y no veías un hueco libre, y ahora ya no es lo que era”. Pero también un debutante en Nervión, como Ximo Navarro, se fue extrañado: “De verlo por televisión, sí que me esperaba otro ambiente. No había esa animación por la que es famoso ese estadio, pero el Sevilla tiene una gran plantilla y pienso que la calidad al final se sobrepondrá”.
Getafe: El entrenador del Getafe, Luis García Plaza, recordó las circunstancias de su visita. “Nosotros fuimos en el primer partido, y entonces sí que vi buen ambiente, aunque quizá luego la cosa haya ido a peor”, reflexionó.
En cualquier caso, añadió, “el Sevilla es un equipazo y no tiene por qué afectarle mucho esa situación al rendimiento, aunque, por supuesto, si existe comunión con la grada, mucho mejor. Las cosas salen mejor porque las sensaciones son mejores”. "De todas formas, es que hoy las cosas están difíciles para los aficionados. El tema de los horarios y otras muchas cosas están haciendo todo mucho más complicado, por eso el ambiente es raro”, dijo, buscando otros motivos.
Todos en el fútbol español, o casi, comparten esa percepción. ESTADIO ha querido pulsar la opinión de los diferentes equipos que han pasado en el presente curso por el coliseo blanquirrojo y se encontraron con un ambiente más frío del habitual. Y todos los jugadores consultados coinciden en que el Pizjuán siempre fue un estadio que aprieta muchísimo y que esta campaña no ejerce tanta presión.
Buena parte de culpa corresponde al conflicto entre el club y los Biris, pero también hay que tener en cuenta que la afluencia, no sólo en la grada baja de Gol Norte, ha descensido considerablemente, con entradas realmente discretas como ante el Valladolid (25.000 espectadores), el Málaga (22.000) o el Levante (20.000). En ello, el hecho de jugar más de un lunes y los tardíos horarios tienen su cuota de influencia, pero hay que hacer examen de conciencia desde la entidad. La errática marcha del equipo ha convertido lo que fue una caldera en un estadio mudo. Y urge una solución.
Desde el vestuario, por medio de Negredo, se ha lanzado un grito de auxilio en busca de ese apoyo que siempre ha caracterizado al sevillismo. De momento, sus rivales agradecen la actual situación, aunque al igual que los profesionales nervionenses, están convencidos de que los de Míchel resurgirán.
Valladolid: El central blanquivioleta Jesús Rueda, que fue de la partida en el Sánchez Pizjuán esta temporada, se sorprendió con lo despoblado de sus gradas: “Era la primera vez que iba y me lo esperaba más lleno”. Pero fue más allá en su análisis: “Es evidente que este año no están fuertes en casa, y quizá sea en parte porque los aficionados no van todos a una y hay discrepancias con el presidente”. A su juicio, lo que deberían hacer los sevillistas sería “animar como siempre y que al final cada uno muestre su enfado con quien tenga que hacerlo”. “Los equipos notan mucho si tienen 35.000 personas detrás, ya sea animándote o en contra”. Por su parte, el también central Carlos Peña, recordó que su comparecencia en Sevilla tuvo lugar un lunes, y que eso también pudo afectar. “Evidentemente, cuanto más apoya la afición, mejor se encuentra el jugador sobre el campo, eso repercute. Pasa en todos los equipos”, afirmó.“No están fuertes, en parte por eso”
Mallorca: Para quienes conocen de primera mano cómo ha rugido siempre la ‘Bombonera’, la actual situación resulta si cabe más llamativa. “Lo comentamos incluso entre nosotros. Ese partido no entraron los Biris y parecía estar en otro campo. Todos sabemos que es una afición que no para de animar y de cantar y fue muy raro todo”, recuerda el exsevillista Alejandro Alfaro, que advierte de los peligros pese a que su Mallorca salió derrotado del Pizjuán (3-2): “Ese apoyo supone siempre un plus y el equipo lo está notando. Espero que se solucione. Cuando yo estaba allí, mirabas a la grada y no veías un hueco libre, y ahora ya no es lo que era”. Pero también un debutante en Nervión, como Ximo Navarro, se fue extrañado: “De verlo por televisión, sí que me esperaba otro ambiente. No había esa animación por la que es famoso ese estadio, pero el Sevilla tiene una gran plantilla y pienso que la calidad al final se sobrepondrá”.
Getafe: El entrenador del Getafe, Luis García Plaza, recordó las circunstancias de su visita. “Nosotros fuimos en el primer partido, y entonces sí que vi buen ambiente, aunque quizá luego la cosa haya ido a peor”, reflexionó.
En cualquier caso, añadió, “el Sevilla es un equipazo y no tiene por qué afectarle mucho esa situación al rendimiento, aunque, por supuesto, si existe comunión con la grada, mucho mejor. Las cosas salen mejor porque las sensaciones son mejores”. "De todas formas, es que hoy las cosas están difíciles para los aficionados. El tema de los horarios y otras muchas cosas están haciendo todo mucho más complicado, por eso el ambiente es raro”, dijo, buscando otros motivos.
Málaga: Para el central brasileño del Málaga Weligton, la falta de apoyo de la afición sevillista a su equipo es una lástima. “Se nota mucho, todos los que vieron y vivieron el partido saben que se nota. Los aficionados están en una situación delicada”.Cuestionado acerca de si ese vacío en las gradas puede afectar al rendimiento sevillista, haciéndole un rival más asequible para los equipos visitantes, se mostró dubitativo: “Depende, la afición puede empujar mucho al equipo en algunos momentos, pero el Sevilla tiene un gran equipo, jugadores decisivos. Están pasando un momento complicado, como todos los equipos tienen momentos complicados. Lo que está claro es que los jugadores lo notan mucho. La afición de ellos es buena, pero está tocada”.
Levante: Convertido en rival directo en los últimos tiempos, el Levante arrancó un punto del Pizjuán un frío lunes sin tener que sobreponerse al ‘infierno’ sevillista. “El hecho de que no estuvieran los ultras se pudo notar. Siempre ha sido un estadio que aprieta mucho, y esa presión se nota. El Sevilla ha sido una referencia en los últimos años en España por su fútbol y también por su afición. Es un ejemplo a seguir para todos, pero ahora viven una situación diferente, en la que ya no va todo rodado”, señala el granota Iborra, que da su particular receta: “Cuando no existe esa unión entro todos, las cosas se hacen más complicadas. Nosotros somos un club humilde y esa es una de las bases de nuestro éxito”. Su compañero Ballesteros, en cambio, vio Nervión “más o menos como siempre”, explicando que “el descenso en la afluencia está pasando en todos los estadios” y aventurándose a afirmar que el Sevilla “estará arriba”.
Levante: Convertido en rival directo en los últimos tiempos, el Levante arrancó un punto del Pizjuán un frío lunes sin tener que sobreponerse al ‘infierno’ sevillista. “El hecho de que no estuvieran los ultras se pudo notar. Siempre ha sido un estadio que aprieta mucho, y esa presión se nota. El Sevilla ha sido una referencia en los últimos años en España por su fútbol y también por su afición. Es un ejemplo a seguir para todos, pero ahora viven una situación diferente, en la que ya no va todo rodado”, señala el granota Iborra, que da su particular receta: “Cuando no existe esa unión entro todos, las cosas se hacen más complicadas. Nosotros somos un club humilde y esa es una de las bases de nuestro éxito”. Su compañero Ballesteros, en cambio, vio Nervión “más o menos como siempre”, explicando que “el descenso en la afluencia está pasando en todos los estadios” y aventurándose a afirmar que el Sevilla “estará arriba”.
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