Club, aficionados y jugadores han mostrado su satisfacción
por el rugido valencianista que nace en la grada joven de Mestalla. La Curva
Nord,ubicada en Sillas Gol Sur, desde la esquina que linda con el sector 4, la
componen unos 1.500 aficionados dispuestos a una viva animación durante el
tiempo que precede a los partidos y los duelos sobre el verde del estadio del
Valencia. Integrantes de las peñas GolGran, Yomus y VCF Sud, además de nuevos
abonados jóvenes (de 16 a 35 años), componen un zona caliente de empuje,
bautizada con el apadrinaje de Mario Alberto Kempes. Según ha podido saber ABC,
la entidad valencianista pretende ampliar este sector de cara a la próxima
temporada hasta alcanzar las 4.000 localidades en ese fondo sur. El club
estudia la fórmula para aprovechar a estos aficionados de cántico y pasión
continua, preservando siempre la seguridad. Si bien casi la totalidad de los
integrantes de la Curva Nord -grupo que tiene buena relación con los aficionados
del Inter de Milán- figuran como hinchas que no buscan nada más que mantener a
la parroquia de Mestalla siempre despierta, al tiempo que lograr que los
futbolistas se encuentren plenamente apoyados, los resortes de seguridad tienen
identificado a un grupo de seguidores minoritario de tono radical que también
se ubica en esta zona del campo
La presencia de estos radicales, los menos, obliga a
desarrollar con especial celo un control de seguridad en la entrada de estos
aficionados al estadio por la calle Joan Reglá. Un portavoz de Curva Nord pidió
en la última Junta de Accionistas -el pasado 9 de noviembre- al presidente del
Valencia, Manuel Llorente, que se relajaran estos controles, pues los
consideraban desmesurados; los tildaron de «vejatorios». Cuatro días después el
dirigente aseguraba que «hay que ver de que manera podemos tratarlo para que no
sea tan exigente -el control de seguridad-». Desde Curva Nord se advirtió que
de no haber cambios la peña no accedería al campo. Pese a las recomendaciones
en clave de seguridad, se cedió a rebajar el tono de los controles. Esto fue un
error por esa minoría. El pasado sábado el Valencia cayó derrotado ante la Real
Sociedad por 2-5. Cuando el equipo donostiarra marcó el cuarto se percibió
claramente en la Curva Nord un grupo mayoritario que siguió animando y otro muy
reducido, piezas radicales, que cantaron «¡Jugadores, mercenarios!». Uno de
ellos mostró una bandera con la esvástica. Hubo incluso agresiones entre los
mismos radicales.
Bengala contra el palco
El asunto de mayor gravedad se dio más tarde fuera del
estadio. Un hincha, más tarde identificado, que en su currículum ya cuenta con
una multa de 60.000 euros y prohibición de dos años para entrar en estadios de
fútbol, lanzó una bengala al antepalco Vip.
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