La policía blindó ayer los alrededores de La Rosaleda por los roces entre hinchas del Málaga y el Anderlecht. Los antidisturbios tuvieron que intervenir en varias ocasiones para disolver peleas y lanzamiento de botellas. Pero el ambiente empezó a caldearse mucho antes del partido. Anteanoche, seis aficionados del conjunto belga fueron detenidos por, presuntamente, causar daños en el mobiliario de la capital.
Los hechos sucedieron durante la madrugada del lunes al martes en el centro de la ciudad. A primera hora de la noche, hubo un primer incidente en el entorno de la plaza de la Merced, donde se congregó un ruidoso grupo de forofos del Anderlecht. Sus gritos y cánticos provocaron llamadas de vecinos. La Policía Local envió varias unidades al lugar y, para acabar con el alboroto, pidieron a los camareros que cerraran las terrazas que aún continuaban abiertas.
De madrugada
El altercado que motivó los arrestos sucedió a altas horas de la madrugada en la céntrica calle Larios. Sobre las 6.00 horas, la sala del 092 recibió una llamada de un establecimiento de la zona en la cual se advertía de que había numerosos aficionados del equipo belga concentrados en ese lugar y que habían empezado a causar daños en el mobiliario urbano.
Según fuentes cercanas al caso, un grupo de exaltados la emprendió a patadas con los mupis, que son unos postes publicitarios de alto valor, ya que están dotados de iluminación; actualmente, exhiben una muestra de actividades de la tercera edad organizada por el Ayuntamiento malagueño.
La Policía Local respondió al aviso con un fuerte despliegue. Varias patrullas se desplazaron al lugar y consiguieron interceptar al menos a seis jóvenes que, presuntamente, habían participado en los destrozos ocasionados en el mobiliario. Los agentes apreciaron que la cuantía de los desperfectos superaría los 400 euros, por lo que todos ellos fueron detenidos acusados de un presunto delito de daños. Los funcionarios trasladaron a los arrestados a las dependencias de la Comisaría Provincial de Málaga, donde se instruyeron las diligencias.
Pero los incidentes no terminaron aquí. En el exterior del estadio también se produjeron cargas y enfrentamientos entre los aficionados del Anderlecht y las fuerzas de seguridad. Y ya con el partido en juego, la Unidad de Intervención Policial (UIP) tuvo emplearse a fondo en el acceso a la grada donde estaban los seguidores belgas, si bien fue un altercado aislado y que no se repitió más durante el encuentro. En cualquier caso, los agentes tuvieron que cargar contra varios seguidores. Estos aficionados tuvieron que quedarse tres cuartos de hora después del final del encuentro en sus asientos como medida de seguridad.
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