Según han informado una portavoz del consistorio donostiarra, estas cinco personas, que posteriormente quedaron en libertad, fueron detenidas a las 19.22 horas en el contexto del "jaleo y peleas" entre "gente" que llevaba "camisetas de la Real y del Betis" antes del partido.
Esta portavoz ha concretado que presuntamente los arrestados provocaron "follones entre ellos" en un incidente que tuvo lugar en el exterior de un conocido establecimiento hostelero del barrio de Amara, próximo al estadio de Anoeta.
La portavoz ha precisado que alguno de los arrestados presentaba lesiones pero ninguno precisó ser hospitalizado y ha aclarado que no consta denuncia alguna por estos hechos.
Esta versión contrasta con la facilitada por fuentes próximas al caso, según las cuales ninguno de los detenidos tenía relación con el Betis.
Estas fuentes han concretado además que uno de los cinco arrestados era un menor de edad que, al parecer, no tenía vinculación alguna con los hechos y que fue puesto a disposición de sus padres.
Este último relato de lo sucedido concuerda además con la versión facilitada por un testigo presencial de los hechos, el presidente de la asociación de seguidores de la Real Sociedad, 'Gure Reala', Xabier Almandoz, quien ha explicado que los tres hinchas, que se encontraban en actitud pacífica en el interior del local, fueron agredidos brutalmente por una quincena de cabezas rapadas que no presentaban símbolo alguno pero que le parecieron "de aquí".
Almandoz ha recordado cómo sobre las 7.20 horas hablaba con su mujer por teléfono cuando, a través de la cristalera del bar, vio como se aproximaba una quincena de personas que le "infundieron sospechas".
A su lado, tres aficionados béticos se tomaban una caña "tranquilamente", pero al salir a la calle fueron interceptados por los agresores que tiraron a uno al suelo y le quitaron la bufanda, tras lo que comenzaron a darle patadas.
Otro de los aficionados andaluces recibió un golpe en la ceja y comenzó a sangrar, mientras que el tercero pareció salir "mejor parado".
El testigo ha precisado que al aficionado del Betis que quedó en el suelo le dieron una tanda de patadas que le hizo pensar que "lo mataban". Incluso, cuando los agresores se dieron a la fuga hacia el centro de la ciudad, uno de ellos que se quedó rezagado tomó unos tres metros de carrerilla y "le arreó una patada final en la cabeza que podía haberlo matado".
Almandoz ha precisado que rápidamente contó lo sucedido a través de Twitter, por lo que ha recibido muchas felicitaciones de personas de Sevilla, si bien otros le han recriminado su actitud y han justificado a los agresores afirmando que las víctimas eran "ultras" del Betis porque la bufanda que llevaban correspondía al grupo 'Supporters sur' del conjunto verdiblanco.
"Yo lo que vi es que fueran ultras o no, ellos no hicieron absolutamente nada. Y si ese es el motivo para semejante agresión no me voy a callar", ha remarcado el testigo.
"Soy presidente de 'Gure Reala' y si somos aficionados, los aficionados están por encima de todo. Ayer tenía las manos heladas cuando entré al campo de fútbol, en vez de ir con ilusión me jodieron la tarde", ha concluido el testigo.
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