Sandro Rosell, presidente del Barcelona, ha reconocido que repartía entradas a bajo coste (110 entradas a 10 euros) a determinados colectivos de peñistas. En su intento de crear una llamada grada de animación, el Barça ayudó a volver al Camp Nou a los Boixos Nois después de la prohibición de este grupo por parte de la anterior directiva de Joan Laporta. Según Rosell, su único error en este tema fue no haber informado del asunto a los Mossos d'Esquadra.
Según ha informado el portavoz Toni Freixa, el Barça ya decidió abortar la operación de la grada de animación en octubre del 2012. «Decidimos vender desde el primer partido del 2013 a determinados colectivos peñistas. Eran 110 entradas a 10 euros para la ubicación en el gol sur bajo. Fue durante seis partidos, pero ocurrió el suceso de la bengala», ha insistido, en referencia a la luminaria lanzada durante el último Barça-Madrid en el Camp Nou.
Freixa ha dicho que anteriormente se habían producido tres episodios más con bengalas durante el mandato de Rosell y que el Barça, tras decidir interrumpir definitivamente la distribución de estas entradas a los hinchas radicales, espera la propuesta de sanción por parte de la Conselleria de Interior y, además, introducirá un dispositivo de seguridad adicional.
Por otra parte, Sandro Rosell ha ratificado en su puesto a Tito Vilanova hasta que éste vuelva «sea cuando sea» y aunque ello cueste «todos los títulos» de la temporada en juego al Barcelona. Durante la misma comparecencia de prensa en el Camp Nou, Rosell ha insistido en que Vilanova será el entrenador del club mientras él sea presidente del club azulgrana, y ha agradecido el trabajo del técnico ayudante, Jordi Roura, a quien ha calificado como «héroe».
«Nuestra prioridad absoluta esta temporada, más allá de los títulos, es la recuperación de Tito Vilanova. Es lo más importante, el resto pasa a un segundo término», ha explicado Rosell. El presidente del club azulgrana considera que el equipo ha tenido «una bajada de tensión, una bajada de frescura», pero ha recordado que va líder en la Liga y sigue en la Champions. «Estamos sacando las cosas de madre», ha dicho Rosell.
La directiva ha informado también de que no puede pedir la ejecución de la sentencia del Tribunal Supremo contra la anterior Junta directiva de Joan Laporta, que le obligaba a avalar entre 2006-2010, porque el actual equipo directivo «técnicamente» no tiene la condición de demandante ni están legitimado para ello. También la directiva pondrá en marcha «las acciones judiciales» correspondientes después de la Fiscalía haya solicitado las facturas por unos casos de espionaje que tuvieron lugar en el club entre 2008-2010.
Se refiere a la monitorización de correos electrónicos entrantes y salientes del club. Rosell ha informado de que el club quiere saber a quién se espió y por qué motivo y ha explicado que el montante de la factura supera los 3,1 millones de euros. También el club ha informado de que está decidida la organización de una gira de verano por Asia en el próximo mes de agosto. El 4 de agosto el Barça jugará en Shangai, el 7 en Bangkok y el 10 de agosto en Kuala Lumpur.
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