La peor noticia del Clásico copero para el Barcelona no fue el resultado, fue la constatación pública de que sectores ultras de la afición, algunos vinculados en su día a los Boixos Nois, han regresado al Camp Nou después de que hubieran sido desterrados durante la gestión de Joan Laporta. La entrada de bengalas y los incidentes que se sucedieron cuando ingresaron los seguidores del Madrid en el estadio han preocupado a la policía autonómica que ya investiga el caso. De hecho la Conselleria de Interior le abrió ayer un expediente al Barcelona (que será multado con toda seguridad) y para hoy está prevista una reunión entre Mossos d'Esquadra y miembros del departamento de seguridad del club para analizar la situación y tomar medidas.
Desde la directiva se asegura que la entrada de estos elementos nada tiene que ver con ellos ni con el fallido proyecto de la Grada Jove que Sandro Rosell llevaba en su programa electoral y que quedó abortado por presiones policiales ya que en él había diversos nombres vetados por las fuerzas de seguridad.
Presencia. Jordi Cardoner negó ayer en TV3 tener constancia de que estos elementos hayan vuelto a entrar en el campo, pero las voces de los socios aseguran lo contrario. Desde el pasado enero, muchos socios de la zona de Gol Sur han denunciado la presencia de gente que les intimida en el mismo campo y que son los mismos que ayer metieron las bengalas.
En este sentido, La Cadena SER denunció el pasado 14 de febrero que el club distribuía paquetes de 25 entradas a precio reducido a grupos de animación y que ellos los repartían a su libre albedrío.
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