La directiva que preside Sandro Rosell ha intensificado su lucha contra el uso fraudulento de los abonos del club y las entradas vendidas a los socios en los desplazamientos de la Champions.
El jefe de seguridad del Camp Nou, Álex García Gascón, ha registrado 445 incidencias durante el actual curso futbolístico. De éstas, el 86,5% corresponde a abonados que han sacado un beneficio económico “no regularizado” de sus localidades.
Dos años o expulsión
La comisión jurídica del Barcelona, presidida por Eduard Coll (directivo responsable de la sección de balonmano), analiza cada caso tras atender las alegaciones presentadas por los socios que, presuntamente, hicieron un uso fraudulento de sus carnets. Y las sanciones son duras. La primera falta, según el club, es sancionada con dos años sin carnet; la segunda, con la expulsión como abonado del club.
El Barcelona contempla la posibilidad de que un afiliado pueda ceder gratuitamente su carnet a otra persona. La directiva, asimismo, incentiva la venta de una localidad que no será ocupada durante un partido a través de la web del Barça o mediante una llamada al club (Seient Lliure) y el beneficio obtenido se reparte entre el socio y la entidad. En cambio, contempla con preocupación el incremento del tráfico de localidades en el mercado negro.
El Barça cuenta, actualmente, con unos 170.000 socios tras perder unos 5.000 afiliados en los últimos años. De éstos, sólo 86.000 disponen de un asiento que les permite contemplar todos los partidos del equipo en el Camp Nou.
Leverkusen, Milán y Chelsea
Hace un año, la directiva también detectó que muchos socios revendieron sus entradas en los últimos tres desplazamientos del equipo azulgrana en la Champions. Con la colaboración de la policía de Alemania, el club abrió 183 expedientes a aficionados del Barça que sacaron un beneficio económico de las localidades que habían adquirido para el partido contra el Bayer Leverkusen. La misma práctica se detectó en los encuentros contra el Milan (151 expedientes) y el Chelsea (22) en San Siro y Stamford Bridge, respectivamente. En estos últimos dos casos, el club sancionó a 95 socios.
“En algunos campos se mezclaban seguidores del Barça con aficionados extranjeros que habían pagado mucho dinero por sus entradas. Las medidas practicadas la pasada temporada fueron disuasorias para muchos socios y esta temporada hemos detectado que menos aficionados acompañan al equipo en sus desplazamientos por Europa”, asumen en la directiva.
El jefe de seguridad del Camp Nou, Álex García Gascón, ha registrado 445 incidencias durante el actual curso futbolístico. De éstas, el 86,5% corresponde a abonados que han sacado un beneficio económico “no regularizado” de sus localidades.
Dos años o expulsión
La comisión jurídica del Barcelona, presidida por Eduard Coll (directivo responsable de la sección de balonmano), analiza cada caso tras atender las alegaciones presentadas por los socios que, presuntamente, hicieron un uso fraudulento de sus carnets. Y las sanciones son duras. La primera falta, según el club, es sancionada con dos años sin carnet; la segunda, con la expulsión como abonado del club.
El Barcelona contempla la posibilidad de que un afiliado pueda ceder gratuitamente su carnet a otra persona. La directiva, asimismo, incentiva la venta de una localidad que no será ocupada durante un partido a través de la web del Barça o mediante una llamada al club (Seient Lliure) y el beneficio obtenido se reparte entre el socio y la entidad. En cambio, contempla con preocupación el incremento del tráfico de localidades en el mercado negro.
El Barça cuenta, actualmente, con unos 170.000 socios tras perder unos 5.000 afiliados en los últimos años. De éstos, sólo 86.000 disponen de un asiento que les permite contemplar todos los partidos del equipo en el Camp Nou.
Leverkusen, Milán y Chelsea
Hace un año, la directiva también detectó que muchos socios revendieron sus entradas en los últimos tres desplazamientos del equipo azulgrana en la Champions. Con la colaboración de la policía de Alemania, el club abrió 183 expedientes a aficionados del Barça que sacaron un beneficio económico de las localidades que habían adquirido para el partido contra el Bayer Leverkusen. La misma práctica se detectó en los encuentros contra el Milan (151 expedientes) y el Chelsea (22) en San Siro y Stamford Bridge, respectivamente. En estos últimos dos casos, el club sancionó a 95 socios.
“En algunos campos se mezclaban seguidores del Barça con aficionados extranjeros que habían pagado mucho dinero por sus entradas. Las medidas practicadas la pasada temporada fueron disuasorias para muchos socios y esta temporada hemos detectado que menos aficionados acompañan al equipo en sus desplazamientos por Europa”, asumen en la directiva.
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