Todo era trajín en la tarde de ayer en el local que Ultra Boys utiliza en El Molinón. Los integrantes de esta peña se afanaban en recoger sus bártulos tras saber que la Comisión Antiviolencia y el Consejo Superior de Deportes habían ordenado el cierre del local. También han mandado retirar los altavoces que proyectan sus cánticos desde el Fondo Sur al resto del estadio. La clave de esta decisión hay que buscarla en los incidentes vividos en el último partido jugado por el Sporting como local ante el Córdoba. La protesta de un sector de la afición contra el consejo de administración, contra el máximo accionista y contra los futbolistas terminó en una carga policial y en una violenta agresión a un trabajador de la seguridad privada del club tras el encuentro.
La Comisión Antiviolencia quiere evitar que se vuelvan a producir incidentes de este tipo en el campo gijonés y por eso estaba a la expectativa de lo que pudiera suceder con vistas el último choque liguero en El Molinón. Desde los organismo encargados de velar por la seguridad en el deporte, se entiende que la manifestación que se ha convocado y el clima de crispación que se viven en torno al club, son un caldo de cultivo idóneo para que se produzcan nuevos incidentes. A pesar de que la intención de los manifestantes era la de no acceder al interior del estadio.
Se da la curiosa circunstancia, de que se lleva a cabo el desalojo de los instrumentos de los que se sirven los Ultra Boys el mismo día en que se esperaba un fondo sur vacío. Ya que esta peña rojiblanca es uno de los tres organizadores de la manifestación que tendrá lugar el domingo en los prolegómenos del encuentro.
La manifestación está convocada por Ultra Boys, Unipés y Tu fe nunca decaiga a las 16:30 horas en la confluencia de las calles de Torcuato Fernández Miranda y de la Avenida de Castilla. Desde allí se dirigirán a la puerta de autoridades de El Molinón, donde permanecerán concentrados. La gran novedad es que esta vez, los manifestantes se quedarán en el exterior del estadio, donde seguirán con su protesta.
La fractura social del Sporting con su afición es total. La decepción por los malos resultados ha acrecentado la brecha entre los seguidores y el club. Las protestas de los aficionados contra los futbolistas y contra los gestores han sido continuas en este tramo final del campeonato.
Las dos últimas temporadas han sido un absoluto fracaso deportivo que ha dejado al equipo en la zona media de Segunda División, sin haber sido capaz de meterse en la zona de ascenso ni una sola jornada en toda la temporada. En el seno del club preocupa que se pueda producir una caída brusca en el número de abonados con vistas a la próxima temporada. Una prioridad para el club es la de restaurar la paz social.
La Comisión Antiviolencia quiere evitar que se vuelvan a producir incidentes de este tipo en el campo gijonés y por eso estaba a la expectativa de lo que pudiera suceder con vistas el último choque liguero en El Molinón. Desde los organismo encargados de velar por la seguridad en el deporte, se entiende que la manifestación que se ha convocado y el clima de crispación que se viven en torno al club, son un caldo de cultivo idóneo para que se produzcan nuevos incidentes. A pesar de que la intención de los manifestantes era la de no acceder al interior del estadio.
Se da la curiosa circunstancia, de que se lleva a cabo el desalojo de los instrumentos de los que se sirven los Ultra Boys el mismo día en que se esperaba un fondo sur vacío. Ya que esta peña rojiblanca es uno de los tres organizadores de la manifestación que tendrá lugar el domingo en los prolegómenos del encuentro.
La manifestación está convocada por Ultra Boys, Unipés y Tu fe nunca decaiga a las 16:30 horas en la confluencia de las calles de Torcuato Fernández Miranda y de la Avenida de Castilla. Desde allí se dirigirán a la puerta de autoridades de El Molinón, donde permanecerán concentrados. La gran novedad es que esta vez, los manifestantes se quedarán en el exterior del estadio, donde seguirán con su protesta.
La fractura social del Sporting con su afición es total. La decepción por los malos resultados ha acrecentado la brecha entre los seguidores y el club. Las protestas de los aficionados contra los futbolistas y contra los gestores han sido continuas en este tramo final del campeonato.
Las dos últimas temporadas han sido un absoluto fracaso deportivo que ha dejado al equipo en la zona media de Segunda División, sin haber sido capaz de meterse en la zona de ascenso ni una sola jornada en toda la temporada. En el seno del club preocupa que se pueda producir una caída brusca en el número de abonados con vistas a la próxima temporada. Una prioridad para el club es la de restaurar la paz social.
No hay comentarios:
Publicar un comentario